El sueño de los venezolanos el pasado domingo 28 de julio era ver a su país libre, pero una vez más, la dictadura de Nicolás Maduro logró salirse con la suya.
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Los más de 7,7 millones de personas que han salido de Venezuela buscando protección y una vida mejor, anhelaban que por fin llegara el cambio que han estado esperando desde hace 25 años, sin embargo, hoy el panorama es desalentador.
Y es que, con la reelección de Nicolás Maduro por 6 años más, según las encuestas, al menos el 40% de los cerca de 28 millones de venezolanos que aún residen en el país está pensando en irse y, en esta ocasión, se espera que se desplacen familias completas.
Ronal Rodríguez, vocero del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, manifestó que se avecina una nueva ola migratoria de venezolanos hacia Colombia, en esta ocasión, en tres dimensiones.
Una de ellas sería de corto plazo, la cual implica la salida de venezolanos que viajaron a votar y a visitar a sus familiares durante los comicios, pero ante los resultados electorales desfavorables, están optando por salir nuevamente, esta vez acompañados de familiares.
La segunda dimensión, según Rodríguez afecta principalmente a los jóvenes, esto por la situación educativa en Venezuela que es precaria, por lo que, ante las pocas posibilidades de acceder a una educación que les permita construir un futuro y ante la perspectiva de seis años más de revolución bolivariana, muchos optarán por abandonar el país en busca de mejores oportunidades.
Además, Rodríguez alerta sobre el riesgo de que organizaciones de trata de personas y tráfico de migrantes aprovechen esta situación, atrayendo a jóvenes con la promesa del "sueño americano", una situación que podría agravar las complejidades zonas como el Darién y la frontera con Norte de Santander.
Mientras que la tercera dimensión involucra a los venezolanos que tienen adultos mayores dependientes de medicamentos esenciales.
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Según Rodríguez, la situación se vuelve más crítica si se repite un escenario similar al de 2018, cuando no se reconocieron los resultados electorales en donde Maduro también resultó ganador, lo que generó que la comunidad internacional impusiera sanciones.
Entonces, ante la duda y el riesgo, el experto sostiene que muchos venezolanos en Colombia, Perú, Chile, Ecuador e incluso Estados Unidos, están optando por sacar a sus familiares mayores de Venezuela para evitar situaciones de desabastecimiento de medicinas y otros servicios esenciales, esto “mientras se estabiliza la situación, porque recordemos que estamos a 164 días de la posesión presidencial y la incertidumbre es muy alta”.
Colombia en una situación crítica
Rodríguez indicó que Colombia se encuentra en una situación delicada para manejar este nuevo flujo migratorio, precisando que la capacidad institucional para gestionar estas situaciones se ha debilitado bajo la administración de Gustavo Petro.
Detalló que la pérdida de la gerencia de frontera y la capacidad operativa de Migración Colombia han reducido la coordinación entre el Gobierno nacional, los gobiernos locales y otras entidades del Estado.
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El experto afirma que los gobiernos locales también enfrentan desafíos similares, pues las gobernaciones y alcaldías han desviado su atención del tema migratorio, limitándolo solo a cuestiones de seguridad y esta falta de preparación y coordinación puede agravar el impacto de la nueva ola migratoria, afectando directamente a Colombia, especialmente a Norte de Santander.
Además, señaló que la disminución de recursos para organizaciones de cooperación internacional y sociedad civil, que solían atender estos temas en zonas de frontera ha debilitado aún más la capacidad de respuesta.
“A mí me sorprende que el Estado colombiano no haya sido capaz de diseñar un plan de contingencia, lo más cercano que hemos estado fue la semana pasada que se hizo un puesto de mando unificado, pero realmente no hay niveles de coordinación y eso se desprende directamente de la desidia del presidente de la República para abordar el tema”, comentó el vocero del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario.
Consecuencias económicas
Mario Zambrano, economista e investigador y profesor de la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP), menciona que, a pesar de la disminución de la operatividad y la infraestructura social, así como de las agencias de cooperación internacional para atender el fenómeno migratorio, en el país y en el departamento existe un conocimiento previo sobre cómo enfrentar este tipo de situaciones, lo que puede ser un punto a favor en la respuesta territorial ante la llegada masiva de venezolanos a Colombia.
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Sin embargo, Zambrano señala que esto no elimina completamente los problemas, ya que el mercado laboral colombiano, especialmente en Norte de Santander podría enfrentarse a desafíos significativos en el corto plazo debido a la entrada de nuevos migrantes en busca de empleo.
No obstante, para Zambrano, esta sería una situación que a mediano y largo plazo podría ajustarse, manifestando que la capacidad institucional y la cooperación internacional juegan un papel crucial en la mitigación de los impactos negativos iniciales.
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Impacto político
Frente al escenario político, Yann Basset, profesor e investigador de la Facultad de Ciencia Política, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, sostuvo que, con un gobierno que se declara ganador a pesar de las numerosas dudas sobre la validez de los resultados y una oposición que denuncia fraude basándose en los análisis de las actas disponibles, las posibilidades de diálogo se ven cada vez más lejanas, por lo que esta situación augura semanas difíciles de enfrentamientos entre ambas partes.
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Según Basset, para Venezuela, la reelección de Maduro significa que la oposición, que intentó seguir las reglas a pesar de su carácter a veces arbitrario, se enfrenta ahora a un panorama donde no hay espacio para la participación política, lo que le deja a la oposición dos opciones: el exilio o la protesta y ninguna es alentadora para el país.
En cuanto a Colombia, Basset señaló que el país no solo se enfrentará a una nueva ola de migrantes, sino que con la reelección de Maduro, respaldada por grupos armados que operan en Colombia, se complicará aún más la situación.
“Aunque el país ha hecho grandes esfuerzos para acoger a los migrantes, sus capacidades son limitadas y ya existen tensiones derivadas de la presencia de la población migrante”, mencionó el analista político.
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La acción
En cuanto al tema de las sanciones internacionales para el régimen de Nicolás Maduro, el experto precisó que, si bien podrían jugar un papel en la presión sobre la dictadura, la solución principal debe provenir directamente de Venezuela, asegurando que las movilizaciones sociales serán cruciales para reclamar la transparencia en los resultados electorales.
“Hemos visto que las sanciones no ayudan a que un régimen autoritario salga del poder, por lo que creo que la clave, más que en las reacciones internacionales, debe haber una presión de todos los países democráticos para que por lo menos se puedan contar todas las actas y se demuestre si efectivamente esos resultados son confiables o no”, apuntó.
Basset señaló que Maduro enfrentará un período presidencial en el que dependerá cada vez más del apoyo de gobiernos autoritarios como China y Rusia para sobrevivir económicamente.
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Sin embargo, esto no pudiese ser suficiente, por lo que, ante la falta de diálogo con la oposición y una postura más dura de los países vecinos, Maduro podría estar obligado a negociar eventualmente.
En torno a la participación ciudadana en estas elecciones, el analista político comentó que ha sido significativa, sin embargo, la exclusión de los venezolanos en el extranjero deja muchas dudas sobre la legitimidad del proceso.
Frente al futuro de Venezuela, Basset precisó que la reelección de Nicolás Maduro ha profundizará la crisis política en este país, por lo que la respuesta de la comunidad internacional serán determinantes en el desarrollo de los acontecimientos futuros.
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