La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) abrió una investigación y formuló pliego de cargos contra Caracol Televisión S.A. y RCN Televisión S.A. por presuntas prácticas que podrían afectar la libre competencia en el mercado de pauta publicitaria de la televisión abierta nacional.
La decisión se da tras un cambio clave en la forma como las autoridades entienden hoy este mercado.
Hasta hace pocos años, la televisión abierta se analizaba como un escenario con múltiples actores. Sin embargo, la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) redefinió el mercado teniendo en cuenta los cambios tecnológicos y los nuevos modelos audiovisuales, y concluyó que la televisión abierta nacional está integrada únicamente por tres canales: Caracol, RCN y Canal 1.
Esta nueva lectura evidenció un mercado altamente concentrado, lo que llevó a la SIC a revisar nuevamente las condiciones comerciales vigentes.
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¿Qué es lo que está investigando la SIC?
La autoridad de competencia analiza si Caracol y RCN han aplicado esquemas comerciales que, en la práctica, limitan la posibilidad de competir en igualdad de condiciones.
Entre ellos se encuentran los descuentos condicionados al share de audiencia, las cuotas mínimas de inversión exigidas a los anunciantes, la obligación de alinear la pauta con los niveles de sintonía, la solicitud de información comercial sensible a agencias y anunciantes, y el uso de cláusulas de exclusividad.
En términos sencillos, la SIC investiga si estas condiciones hacen que los anunciantes tengan menos libertad para decidir dónde invertir su presupuesto publicitario y si terminan favoreciendo de manera automática a los canales con mayor audiencia, cerrándole el paso al tercer competidor, Canal 1.
¿Qué implica esto para Caracol y RCN?
Mientras avanza la investigación, el análisis de la SIC deja claro que los canales no deberían firmar cláusulas de exclusividad con anunciantes que impidan pautar en otros canales de televisión abierta.
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Tampoco podrían pagar comisiones, incentivos o bonificaciones a las agencias de medios para recibir un volumen de pauta superior al que correspondería según su nivel real de audiencias.
Para la autoridad, este tipo de prácticas puede distorsionar el mercado, pues estabiliza artificialmente las cuotas de participación de los grandes jugadores y reduce las oportunidades de competencia efectiva.
Un mercado de dos lados
La resolución explica que la televisión abierta funciona como un mercado de dos lados: por un lado, compite por la atención de los televidentes a través de los contenidos; y por otro, por la inversión publicitaria de los anunciantes. Cuando un canal domina ambos lados del mercado, puede imponer condiciones que afecten a los demás actores.
Por eso, la SIC considera que Caracol y RCN tienen una posición reforzada por barreras estratégicas que podrían estar afectando la libre concurrencia.
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El marco legal y la pauta pública
La investigación se apoya en el artículo 1º del Decreto 3307 de 1963, que prohíbe acuerdos o prácticas destinadas a limitar la libre competencia o a fijar precios inequitativos, salvo en casos excepcionales autorizados por el Gobierno.
Además, el debate coincide con las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la distribución de la pauta pública, que promueven criterios de pluralismo, transparencia y no discriminación.
La SIC aclaró que la apertura de la investigación no significa que Caracol y RCN sean culpables, pero sí busca determinar si sus prácticas comerciales están afectando el equilibrio del mercado televisivo colombiano, en un contexto de transformación digital y alta concentración.
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