La muerte del actor estadounidense Peter Greene, recordado por sus papeles en películas icónicas de los años noventa, volvió a poner su nombre en la conversación pública y despertó una oleada de reacciones entre cinéfilos y colegas de la industria. Su fallecimiento, ocurrido en Nueva York, sorprendió tanto a quienes siguieron su carrera como a una generación que lo asocia con algunos de los villanos más memorables del cine moderno.

Aunque nunca fue una figura habitual de alfombras rojas ni encabezó grandes campañas promocionales, Greene construyó una trayectoria sólida y reconocible. Su rostro y su particular intensidad interpretativa lo convirtieron en un actor de carácter, de esos que dejan huella aun con pocos minutos en pantalla. Por eso, la noticia de su muerte generó preguntas inmediatas sobre lo ocurrido y sobre el legado que deja.

El hallazgo que conmocionó a sus seguidores

Peter Greene fue encontrado sin vida el viernes 12 de diciembre en su apartamento ubicado en el Lower East Side de Manhattan. La información fue confirmada por su representante y mánager durante más de una década, Gregg Edwards, quien señaló que las autoridades acudieron al lugar tras una alerta de vecinos.

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De acuerdo con lo conocido, residentes del edificio reportaron música sonando de manera continua durante más de 24 horas, lo que motivó una verificación de bienestar. Al ingresar al inmueble, personal médico constató que el actor ya no presentaba signos vitales. Greene tenía 60 años.

Edwards aseguró que había hablado con él pocos días antes del fallecimiento, un detalle que hizo aún más desconcertante el desenlace. Las autoridades informaron que no hay indicios de hechos violentos, mientras el caso continúa bajo revisión de las instancias correspondientes.

Una carrera marcada por villanos inolvidables

Nacido en octubre de 1965 en Montclair, Nueva Jersey, Peter Greene inició su camino artístico en el teatro neoyorquino a los 25 años. Con el tiempo dio el salto al cine, donde se especializó en personajes duros, policías corruptos y antagonistas cargados de tensión.

Su nombre quedó grabado en la historia del cine por su interpretación de Zed en Pulp Fiction, dirigida por Quentin Tarantino, uno de los villanos más perturbadores del cine de los años noventa. Ese mismo año, participó en La Máscara, donde encarnó a Dorian Tyrell, un delincuente carismático que contrastó con el tono humorístico del filme protagonizado por Jim Carrey.

A lo largo de su carrera, Greene participó en más de 40 producciones entre cine y televisión, y trabajó bajo la dirección de realizadores reconocidos como Oliver Stone y Guy Ritchie. En las últimas décadas, se mantuvo activo en proyectos independientes y apariciones televisivas, lejos del gran foco mediático, pero fiel a su oficio.

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Qué se sabe sobre la causa de su fallecimiento

Hasta ahora, la causa de la muerte de Peter Greene no ha sido revelada de manera oficial. Su representante evitó dar detalles y explicó que será el forense quien determine las circunstancias exactas del deceso.

Medios estadounidenses especializados en entretenimiento señalaron que el entorno del actor fue consultado, pero no hubo confirmación sobre si se trató de una muerte natural u otra situación. La Policía, por su parte, indicó que no se presume la comisión de un delito.

Mientras se esperan resultados oficiales, seguidores y colegas recuerdan a Greene como un actor intenso, comprometido y fundamental para entender una etapa del cine estadounidense que hoy es considerada de culto. Su legado permanece en cada escena que interpretó con crudeza y autenticidad.

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