Camilo Díaz no es un rapero cualquiera. A sus 28 años, logra lo que pocos: tender un puente entre el arte urbano y la salud mental, entre el ritmo del rap y el pulso de las comunidades más golpeadas del nororiente colombiano.
Psicólogo de formación, artista de corazón y activista por convicción, este cucuteño- conocido en los escenarios como Candres- lleva más de una década mezclando líricas con propósito.
Con un título de Psicología de la Universidad de Pamplona y cursando actualmente una especialización en Intervención Social en la Universidad Simón Bolívar, Camilo no solo canta, también escucha.
Ofrece atención psicológica a jóvenes, artistas y adultos, llevando herramientas emocionales a quienes muchas veces se enfrentan solos a un sistema que ignora sus heridas internas.
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Entre el rap y la conciencia
Pero Candres no separa su ejercicio profesional de su propuesta artística. Más bien, los entrelaza con maestría. Desde hace 10 años, construye una carrera musical sólida, con trabajos discográficos como solista y colaboraciones con agrupaciones locales y nacionales.
Sus letras no solo cuentan historias personales, también son una plataforma para hablar de salud mental, de identidad cucuteña y del poder de la palabra como herramienta de transformación.
“El arte tiene que reflejar lo que somos y lo que sentimos, pero también sanar y hacer pensar”, afirmó. Esa filosofía se hace evidente en su más reciente sencillo ‘Recoveco’, una canción que habla sobre la importancia de la experiencia, la constancia, y de saber distinguir entre la persona real y el personaje público.
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Una producción de altura en tierra nortesantandereana
‘Recoveco’ fue grabada en Pamplonita, Norte de Santander, y reunió a un equipo de primer nivel. El beat fue creado por Zisar, productor venezolano que actualmente estudia una maestría en producción musical en Francia.
La mezcla y el máster estuvieron a cargo de Fabián Ríos, también conocido como Farios, reconocido por trabajar con bandas internacionales de alto calibre.
La grabación se realizó en los estudios de la Fundación Cultural y Social 5ta con 5ta CREW, una organización que lleva años trabajando con juventudes en procesos artísticos y sociales. El ingeniero a cargo fue Brayan Palacios, músico y estudiante de ingeniería de sonido de la Universidad Remington.
El videoclip del tema ya se encuentra disponible en YouTube, mientras que la canción puede escucharse en Spotify y otras plataformas digitales.
Para el artista cucuteño, este lanzamiento es más que un logro profesional: es una apuesta por visibilizar el talento regional y seguir hilando comunidad desde la música.
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Fusiones que suenan a territorio
Actualmente, el artista trabaja en nuevas fusiones que expanden su propuesta sonora. Junto con Pipo Salcedo, de La Lamia Latin, está cocinando una potente mezcla de salsa y rap.
Además, con la banda Los Suplentes, reconocida por su estilo Funk Fussion, está desarrollando una Cumbia-Rap que busca romper esquemas sin perder la esencia local.
Pero eso no es todo. También inició colaboraciones con raperos del Catatumbo para construir canciones que hablen de los estragos que deja la crisis humanitaria en esa región.
“Contar lo que hemos vivido es parte de la sanación colectiva. El rap es un testimonio vivo”, aseguró.
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Versos que viajan y se quedan
Candres ha recorrido escenarios en ciudades como Medellín y Bucaramanga, así como municipios como Cácota, llevando su propuesta a eventos como el Encuentro Internacional de Muralismo, la Fiesta del Libro de Cúcuta y Un Canto x El Catatumbo.
Con cada presentación, demuestra que es posible ser artista sin renunciar al compromiso social.
Candres no rapea por moda, rapea por memoria. Y con cada beat, cada verso, va sembrando una semilla de resistencia, reflexión y sanación en el corazón del nororiente colombiano.
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