Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Empresas
El desafío de la inversión en América Latina: entre los combustibles fósiles y la transición energética
Es clave fortalecer la planificación estratégica, fomentar la economía circular y garantizar la seguridad jurídica y estabilidad macroeconómica para atraer inversión extranjera.

Node empresa

Authored by
Image
La opinión
La Opinión
Miércoles, 12 de Febrero de 2025

En el reciente Foro Económico Internacional América Latina y el Caribe 2025, celebrado en Panamá y organizado por CAF y WIP, reunió a más de 1.500 participantes para discutir estrategias que promuevan un crecimiento económico sostenible y equitativo en la región.

Durante el evento, se abordaron temas clave como la transición energética, la cohesión social, la integración territorial y uno de los ejes principales de debate giró en torno a la necesidad de atraer inversión extranjera para impulsar el crecimiento económico y la competitividad de la región. 


Lea además: Cúcuta hace historia: empresa de calzado estará en Milán


Teniendo en cuenta lo anterior, y basándose en un contexto global en el que la transición energética y la sostenibilidad se perfilan como prioridades indiscutibles, surge una cuestión fundamental: ¿puede América Latina aprovechar su potencial en energías de bajas emisiones sin desatender su base económica actual, fundamentada en su mayoría en fuentes de energía convencional?

Analizando la realidad de la inversión, como destacó Olivia White, socia senior y directora del McKinsey Global Institute, la región enfrenta un panorama preocupante: la falta de financiamiento está limitando gravemente la capacidad de los países para avanzar en su desarrollo. 

“No money, no game”, advirtió White, refiriéndose a la urgente necesidad de revertir la drástica caída de las inversiones. América Latina no puede darse el lujo de postergar la captación de recursos que impulsen la innovación y el desarrollo sostenible, particularmente en sectores estratégicos como la energía y la economía circular.

Uno de los puntos más críticos del foro fue la discusión del papel de los combustibles fósiles en la estructura económica de la región. Aunque el consenso global es claro en cuanto a la necesidad de una transición hacia energías limpias, la realidad es que América Latina sigue dependiendo de manera significativa de la extracción y exportación de petróleo, gas y carbón para sustentar sus economías. Este modelo, a pesar de estar bajo un creciente escrutinio por su impacto ambiental, sigue siendo una fuente esencial de ingresos para varios países. 


Le puede interesar: Un compromiso vital para el futuro del sector minero energético colombiano


La cuestión no radica en si avanzar hacia la descarbonización, sino en cómo hacerlo de manera tal que se asegure la sostenibilidad económica, ambiental y social dentro de una industria que, inevitablemente, tendrá que reconfigurarse. El desafío radica en integrar proyectos de sostenibilidad dentro de los procesos industriales, lo cual permitirá generar una transición más armónica y efectiva.

Una de las estrategias más prometedoras y viables, consiste en utilizar los ingresos provenientes de los combustibles fósiles para financiar proyectos de energías renovables y eficiencia energética. Países como Chile y Brasil y Colombia ya han dado pasos importantes en esta dirección, desarrollando marcos regulatorios que incentivan la inversión en Fuentes No Convencionales de Energía Renovable (FNCER).

Sin embargo, es imperativo desarrollar una visión regional más coherente e integrada que permita maximizar el aprovechamiento del potencial energético de América Latina en el proceso de transición hacia un modelo más sostenible.

Para atraer más inversión extranjera de manera efectiva, América Latina debe ofrecer un entorno que garantice seguridad jurídica, incentivos fiscales y estabilidad macroeconómica.

Como un punto clave que no fue suficientemente tratado en el foro es la importancia de conocer a profundidad los potenciales energéticos y las necesidades de cada territorio antes de realizar inversiones. No todas las regiones tienen la misma capacidad para desarrollar energías renovables, ni enfrentan los mismos desafíos en términos de infraestructura y conectividad.

Es aquí donde la planificación estratégica juega un papel fundamental. Los gobiernos regionales deben asumir un rol más activo en la atracción de inversión, articulando políticas que fomenten la economía circular y la gestión eficiente de recursos. La gestión de residuos sólidos, por ejemplo, representa una oportunidad para generar empleo y reducir la presión ambiental sobre las comunidades. La inversión en infraestructura de reciclaje y valorización de residuos industriales pueden ser una vía para fortalecer la sostenibilidad en el largo plazo.


Lea tambien: Con tasas desde 0,99%, Scotiabank Colpatria consolida su servicio de compras de cartera


Por lo tanto, la eficiencia en el uso de recursos es clave para la sostenibilidad, la economía circular, con su enfoque innovador se presenta como una alternativa viable para el crecimiento de América Latina. Cabe destacar la necesidad de implementar políticas que permitan a los gobiernos locales desarrollar modelos de gestión de residuos que generen valor económico y reduzcan la contaminación.

Esto no solo beneficiaría a la industria minero-energética, sino que también abriría oportunidades para la inversión en tecnologías de reciclaje y reutilización de materiales, así como la implementación de proyectos de energías renovables, eficiencia energética y sostenibilidad ambiental. 

En conclusión, América Latina se enfrenta a un reto: avanzar hacia un modelo económico sostenible que aproveche su potencial en energías renovables sin comprometer su estabilidad económica, aún dependiente de los combustibles fósiles. 

Para lograrlo, es crucial adoptar una estrategia integral que combine la inversión en energías bajas en emisiones con el aprovechamiento de los ingresos derivados de las fuentes convencionales, asegurando así una transición energética que beneficie tanto al medio ambiente como a las economías locales, sobre todo las economías rurales. 

La clave para este proceso radica en fortalecer la planificación estratégica, fomentar la economía circular y garantizar la seguridad jurídica y estabilidad macroeconómica para atraer inversión extranjera. Solo a través de políticas públicas innovadoras y adaptadas a las realidades locales, que promuevan la eficiencia en el uso de recursos y la gestión sostenible de residuos, América Latina podrá forjar un camino hacia un futuro más competitivo, inclusivo y respetuoso con el medio ambiente.

Redacción ingeniero químico Juan Pablo Agudelo Silva, especialista en Derecho Minero Energético y magíster en Ciudades Inteligentes

 


Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion 

Node empresa relacionada

Recomendados

Temas del Día