Como ha sido tradicional en Colombia, los 20 días que faltan para la segunda y definitiva vuelta presidencial serán de mucha tensión y gran expectativa por saber a quién le resultará mejor la estrategia electoral y logra el objetivo de llegar a la Casa de Nariño: si a Gustavo Petro o a Rodolfo Hernández.

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A diferencia de hace cuatro años, cuando los dos candidatos en disputa eran Iván Duque y Gustavo Petro, quienes arrancaron esos 20 días cruciales sin nuevos apoyos claros, en esta ocasión el ingeniero santandereano comienza la recta final de la contienda con una clara ventaja, pues inmediatamente se conocieron los resultados sumó sus primeras adhesiones.

Federico Gutiérrez, quien quedó tercero con poco más de cinco millones de votos, anunció que acompañaría a Hernández y su fórmula vicepresidencial Marelen Castillo el 19 de junio. Si bien ese apoyo se dio a nombre personal, es claro que los partidos que estuvieron con el proyecto del Equipo por Colombia aterrizarán también en las toldas rodolfistas.

Hernández ganó en regiones en donde hay un claro liderazgo del conservatismo, en otros del liberalismo y del Partido de la U, como Caldas, Meta, Tolima y Huila, entre otras.

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Así las cosas, a los cerca de seis millones que obtuvo en la jornada del domingo, Rodolfo Hernández podría estarle sumando los otros cinco millones que recogió Gutiérrez, consolidando una votación que bien podría sacarlo victorioso en la segunda ronda sobre Gustavo Petro. 

Aunque en política hablar de transferir votos es en realidad muy difícil, en este caso es claro que el voto que congregó Fico fue, en parte, un claro rechazo a la posibilidad de un gobierno de izquierda, por lo que es muy difícil que esos apoyos terminen en el Pacto Histórico.

“Va a ser más difícil para Petro. En cierto modo, se divide el voto antiestablecimiento y populista, y se establece un límite en cuanto a la probabilidad de que Petro sea presidente”, consideró Elizabeth Dickinson, analista del International Crisis Group.

Los otros votos que serán muy disputados corresponden a los de Sergio Fajardo, que se acercó a los 900.000. Se calcula que al menos 500.000 de ellos estarían en la segunda vuelta con el ingeniero, lo que significaría un empujón importante para sus intereses electorales.

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Entre tanto, el capital del quinto y sexto candidato que participaron en la primera vuelta, John Milton Rodríguez y Enrique Gómez Martínez, igualmente, irá a parar a la campaña del empresario santandereano, lo cual le sumaría otros 330.000 votos. El pastor Rodríguez no se ha pronunciado aún, pero su ideología es más cercana a Hernández que a Petro, mientras que Enrique Gómez ya anunció que adhiere al ingeniero. 

De resultarle efectiva la estrategia, el candidato sorpresa en la primera vuelta podría acercarse a los 12 millones de votos.

Varios representantes del Centro Democrático, el partido en el poder, se alinearon ayer con Hernández, quien enarbola un discurso antisistema que tiene como eje el combate contra la corrupción, pese a estar imputado por la Fiscalía por un contrato irregular cuando fue alcalde de Bucaramanga (2016-2019).

“El país necesita cambios, no el suicidio que ofrece Petro, pero sí autoridad, orden y la prosperidad que ofrece un empresario como Hernández”, expresó en Twitter la senadora María Fernanda Cabal.

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¿Qué opciones tiene Petro?

En el caso de Gustavo Petro, quien el domingo llegó a 8’527.768 votos, su proyección, por ahora, se queda en 9 o 10 millones.

El crecimiento de este candidato está claro que lo debe hacer con un nuevo electorado, más no ganando los apoyos  de los candidatos con los cuales estuvo compitiendo durante estos meses, pues en su mayoría estarán con Rodolfo Hernández.

Ante este escenario, la fórmula del Pacto Histórico deberá buscar nuevos votos en el conglomerado de colombianos abstencionistas, que es el 45%. Para la votación de la primera vuelta, en total fueron a las urnas 21,4 millones de colombianos de los 39 millones habilitados votar.

Para el profesor de la facultad de sociología de la Universidad Santo Tomás, Alexander Gamba, el reto de Petro y su equipo en estos 20 días es construir una campaña dirigida a los jóvenes urbanos que salieron a protestar en años anteriores, así como lo hizo Gabriel Boric en Chile. 

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Gamba considera que en lo que resta de campaña Petro va tener que modificar su discurso para lograr una convocatoria más amplia. “Tiene que dejar de plantear que es el candidato antiélites y mostrarse como el que puede defender la democracia, porque muchas de las posturas de Rodolfo son abiertamente antidemocráticas”, agrega el sociólogo.

Estrategias en juego

Durante la campaña para la primera vuelta, Gustavo Petro se enfocó en atacar exclusivamente a Federico Gutiérrez en debates televisados y en plaza pública.  Con los resultados del domingo, es claro que deberá cambiar de estrategia para contrarrestar el fenómeno de Hernández. Una fuente de su campaña admitió que el hasta el fin de semana outsider, es un “rival incómodo”.

Sin un partido que lo respalde ni una ideología clara, el empresario logró meterse en la pelea a punta de propaganda en TikTok. Nunca se le vio en tarima y sobre el final de la contienda, decidió no participar en los debates con los demás aspirantes.

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El domingo leyó su discurso de victoria desde la cocina de su finca y sin gente alrededor. Horas antes, su equipo había divulgado un video en el que se le veía en traje de baño junto a una piscina y una cerveza al lado, muy relajado a espera de los resultados.

Para el analista Alejo Vargas, Petro “está en este momento en la cuerda floja”. Ahora deberá “modificar sus propuestas, su discurso y acercarse a líderes políticos” como los liberales, con quienes ya coqueteó hace meses. 

En la tarea contrarreloj para conseguir alrededor de dos millones de votos, Petro se dirigió en tono conciliador a los empresarios “temerosos” por su auge: “ha llegado un momento de escoger, yo le propongo al empresariado colombiano justicia social y estabilidad económica”.

En 2018, Petro perdió el balotaje ante Iván Duque por una diferencia 2,3 millones de votos y sin llegar a un consenso con las fuerzas de centro.

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