

Problemas con el SOAT
Cuando no es la evasión es el fraude, pero en los últimos tiempos el Seguro Obligatorio de Accientes de Tránsito (SOAT) está convertido en un problema de talla mayor, que tal vez amerite otra vez un examen especializado para protegerlo de los males que lo agobian.
Por ejemplo, en Colombia circula un parque automotor compuesto por 19.9 millones de vehículos en las diferentes ciudades y departamentos.
Lo lógico sería que los propietarios o conductores de cada uno de ellos contaran con el respectivo SOAT, pero sin embargo ahí persiste un alto grado de evasión como lo advierte la industria aseguradora colombiana.
El año pasado ese nivel se situó en el 48%, siendo las motocicletas las que más evaden esta responsabilidad alcanzando el 59% de acuerdo con los datos que maneja la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda).
Lo anterior representa un alto riesgo para los usuarios de las vías en el país, porque en 2024, por ejemplo, los indicadores de accidentalidad arrojaron un total de 938.000 víctimas y 7.400 muertes registradas en esta clase de siniestros hasta noviembre, según la Agencia Nacional de Seguridad Vial.
La importancia de esta póliza también se confirma con lo señalado por Fasecolda en el sentido de que durante 2024 ese sector desembolsó 2.54 billones de pesos por concepto de la atención médico-asistencial para las personas que resultaron afectadas por accidentes automovilísticos y de motocicletas en el territorio nacional.
Lo particular es que pese a conocer los riesgos que se corren en las carreteras y calles por diversidad de razones tanto humanas como técnicas, esos altos porcentajes de conductores persisten en evadir la adquisición de este seguro que en últimas es el que llega a garantizar la posibilidad de atención en los centros clínicos y hospitalarios en caso de algún percance grave.
Según Fasecolda, la Agencia Nacional de Seguridad Vial deja de recibir cerca de $98.000 millones anuales para adelantar programas de prevención en seguridad vial. En primas, la evasión representa cerca de 2.5 billones de pesos al año
Pero como si ya el incumplimiento de contar con la póliza llamada ‘obligatoria’ no fuera suficiente, hay que agregarle el del fraude al que ahora están en riesgo de caer quienes lo compran.
En especial, el hecho ilegal afecta esencialmente a quienes buscan adquirirlo por internet debido a las argucias fraudulentas montadas por los falsificadores que montan páginas que imitan a las reales para hacer caer en la trampa a los compradores para terminarles vendiendo SOAT falsos.
Se calcula que los estafadores han recaudado más de dos mil millones de pesos por estas ventas fraudulentas en Colombia, que el año pasado llegaron a los 4.081 casos.
Mezclando estos dos inconvenientes surge, nada más y nada menos, que la confirmación de un gran grupo de ciudadanos que prefiere la ilegalidad sin tener en cuenta que en la eventualidad de graves accidentes compromete los recursos de la salud, mientras que los mercaderes defraudadores ponen en riesgo tanto a quienes caen en sus redes como a las personas que resulten afectadas en un accidente, cuando ya demasiado tarde se percaten que esa póliza no vale nada porque es un fraude.
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