Si Cúcuta se mira desde el punto de vista del comportamiento de los precios de los bienes y servicios, se puede decir que la economía de los hogares de la ciudad tuvo un alivio el mes pasado, porque no hubo inflación, al contrario, registró -0,21.
En el reporte mensual entregado por la directora del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), Piedad Urdinola, la capital de Norte de Santander fue la quinta inflación negativa, entre las 16 urbes que tuvieron una situación similar, de las 23 medidas.
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A nivel nacional, la Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubicó en -0,13%, informó Urdinola.
La directora del DANE explicó a La Opinión que, para el caso de Cúcuta, el IPC varió negativamente gracias, principalmente, a tres subclases: “las papas, que le quitaron 0,15 puntos porcentuales (p.p.), las cebollas, que restaron 0,10%, y la electricidad, que restó 0,6 p.p.”.
Por otro lado, la funcionaria afirmó que la subcategoría que más aportó a la inflación de la ciudad el mes pasado fue la de los arriendos, que sumó 0,06 p.p.
Respecto a la inflación mensual en el servicio de energía, ‘La Perla del Norte’ se posicionó con la octava variación negativa (-0,98%). En donde más cayó el precio de la electricidad fue en la costa: Santa Marta (-15,97%), Barraquilla (-11,89) y Riohacha (-10,28) tuvieron los tres primeros puestos.
En cuanto a la tasa anual de la inflación, Cúcuta registró 5,29%, una variación que la encasilló en lugar 11 de la tabla; incluso 0,12 p.p. por debajo del IPC nacional (5,41%). Bucaramanga (6,37%), Pereira (6,01%) y Medellín (5,91%) mostraron los indicadores más altos.
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Hace un año, el IPC de la ciudad fronteriza era de 11,40% y lideraba el grupo de urbes con más inflación, lo que significa que en los últimos 12 meses el índice bajó 6,11 p.p.
Lluvias subirían los alimentos
Para el economista e investigador Alexander Botello, el comportamiento de la inflación a la baja sigue los pronósticos del Banco de la República y dicha tendencia podría continuar en noviembre, pero en una menor proporción, dado que los precios no se reducen a la velocidad esperada.
“Hay que recordar que el IPC tiene diferentes divisiones, unas hacen presión al alza y otras a la baja. Por ejemplo, la ‘segunda’ temporada de lluvias en noviembre podría afectar la logística de transporte de alimentos, dado el deterioro de vías y afectaciones a cultivos, presionando al alza los precios”, añadió el también docente universitario.
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Sin embargo, Botello expresó que las fuertes precipitaciones que se han registrado en Norte de Santander y demás regiones de Colombia pueden beneficiar los embalses y, por lo tanto, incidir positivamente en los cotos del servicio de electricidad.
El dato
La inflación de los alimentos y bebidas no alcohólicas tuvo una variación de -1,18%, en Cúcuta. Mientras que las categorías bienes y servicios diversos y prendas de vestir y calzado fueron las dos con más alza, al registrar 0,54% y 0,50%, respectivamente.
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