Un hecho que se vivió durante la crisis sanitaria generada por la pandemia de COVID-19, en 2020, se repitió ayer: la suspensión de la Regla Fiscal. Entonces, Iván Duque llevó la medida hasta 2021. La regla permitía un déficit máximo de 6,1% del Producto Interno Bruto (PIB), pero se requirió 8,2%; ese año el déficit fiscal alcanzó el 7,8%.
Ayer, el gobierno de Gustavo Petro hizo lo mismo por un período de tres años, pese al concepto negativo del Consejo Superior de Política Fiscal (Confis), lo cual generó una ola de críticas y preocupación de expertos, quienes advirtieron sobre los riesgos para la estabilidad financiera del país.
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El exministro de Comercio, Industria y Turismo de Petro, Luis Carlos Reyes, afirmó que la Regla Fiscal, “en la práctica, ya estaba rota y solo se cumplía en el papel, por las proyecciones de recaudo infladas del Confis”.
“Los inversionistas ya lo tenían claro. La credibilidad se recobra con cuentas transparentes y un plan creíble y coherente a futuro”, recalcó Reyes.
El exministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, advirtió que el próximo presidente, que se elegirá en 2026, heredará un déficit cercano a 8% del PIB, lo que implicará un reto fiscal significativo para el país.
Echeverry recordó que en el escenario de 2020, y bajo una consideración razonable, Duque usó la misma cláusula de escape de la Regla Fiscal que ahora utiliza Gustavo Petro. Pero el expresidente “decidió regalar media tanqueada de gasolina a los dueños de carros y de ACPM a los dueños de camionetas de alta gama y camiones”.
“También atrasó el aumento de los precios de la energía y usó una supuesta opción tarifaria, que se compensaría con aumentos de tarifas más que proporcionales cuando pasara la pandemia. Los casi $90 billones que han costado esos regalos a los camioneros y los dueños de carro habrían salvado la estabilidad fiscal, que hemos pagado el resto de colombianos”, añadió.
El exministro afirmó que el país vivó una situación similar entre 1998 y 2000, luego de que el gobierno de Ernesto Samper dejara un déficit fiscal de 7,7% del PIB.
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Para el director del Observatorio Fiscal de la Pontificia Universidad Javeriana, José Mauricio Salazar, la activación de la cláusula de escape enviará una señal preocupante de incertidumbre y debilitamiento institucional.
“Con una deuda neta que ya bordeó en 2024 el 60% del PIB —cerca del límite de sostenibilidad del 70%— y un pago de intereses que representa cerca del 5% del PIB, el país enfrentará un panorama de mayor endeudamiento, menos espacio para el gasto social y creciente presión sobre las finanzas públicas”, recaló Salazar.
El economista añadió que la decisión pone en riesgo la calificación crediticia, puede encarecer el financiamiento mediante tasas de interés más altas y amenazar la continuidad de instrumentos clave como la Línea de Crédito Flexible del Fondo Monetario Internacional (FMI); “todo va a depender de anuncios claros, creíbles y contundentes del Gobierno sobre los planes de ajuste fiscal”.
“Prefiere gastar”
Para el presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), José Ignacio López, el mensaje que interpretarán los mercados financieros, con la suspensión de la regla, es que “el Gobierno prefiere gastar, en lugar de estabilizar las finanzas públicas”, lo que podría afectar la percepción sobre la sostenibilidad económica del país.
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“La política fiscal en Colombia ha quedado como un barco sin ancla. Al invocar la cláusula de escape de la Regla Fiscal, el Gobierno busca tener un déficit fiscal más alto -que podría superar el de la pandemia, con graves consecuencias para el nivel de deuda, y tasas de interés más altas para el sector público y privado”, agregó López.
El exministro y rector de la Universidad EIA, José Manuel Restrepo, dijo que, en 2026, el déficit llegará a 7,8% y la deuda tendrá un peso superior a 63% del PIB, siendo una de las peores situaciones económicas de la historia.
“Descalificar la regla fiscal es desconocer su importancia y necesidad y nos lleva a la ideología de gastar, gastar y gastar sin control alguno. La Regla Fiscal no estorba, protege. Romperla es repetir el error argentino y nos va doler la salida”.
El director ejecutivo de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, estima que el déficit fiscal alcanzará un 7,5% del PIB, el segundo más alto en 121 años de historia económica moderna, solo superado por el 7,8% registrado durante la pandemia.
Destacó que es crucial que el Gobierno anuncie un plan de ajuste creíble en la publicación del marco fiscal, con el fin de evitar un deterioro adicional de la Prima de Riesgo, lo cual tendría repercusiones negativas sobre la recuperación del crecimiento económico.
La presidenta de AmCham, María Claudia Lacouture, sostuvo la medida de Petro es una “apuesta irresponsable” y “sin justificación”, la cual “destruye la confianza, sube el riesgo país, baja la calificación, encarece el financiamiento y mantiene alta la inflación”.
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