Los cultivos de coca en Sardinata están siendo desplazados por tres viveros agrícolas, con asesoría técnica y la vinculación de 122 productores.
Muchos de ellos son excultivadores de coca que creyeron en los Proyectos de reactivación económica en los territorios PDET de la Agencia de Renovación del Territorio (ART), en alianza con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
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Margarita Hernández decidió apostarle a legalidad para cambiarle la cara al corregimiento Las Mercedes. Ella dejó atrás su pasado y como representante legal de la Asociación Hogar Juvenil Campesino se sumó al vivero de cacao y forestales.
“Queremos ir reemplazando los cultivos ilícitos por los de cacao. Cambiar la cara ha sido difícil, porque hay mucha estigmatización por culpa del conflicto armado, pero las autoridades han ido llegando. Los 30 integrantes de la asociación hacen parte de este proyecto, que empezó hace más de un año”.
La líder social, quien vive en la vereda San Ramón, manifestó que el propósito es convertirse en comercializadores de material vegetal y en cada jornada de la Escuela de Campo (ECA) les han brindado la formación para encaminarse a ese objetivo.
Los productores han recibido herramientas (fumigadoras, carretas, palas, machetes…). Sostuvo que quieren ser ejemplo de desarrollo productivo, por eso ven posible también una alianza con Asoprocamerlu (Asociación de Productores de Cacao de Las Mercedes y Luis Vero).
Desplazados en el proyecto
Gustavo Ancizar Sánchez Velásquez es el presidente de la Asociación de Víctimas Caminos de Esperanza Las Mercedes (Avcem), integrada por 31 desplazados y quienes también le apostaron a esa iniciativa para cultivar 50.000 plantas de cacao y 25.000 de forestales.
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“En unos seis meses ya tendremos plantas en nuestros lotes de las diferentes veredas, convertidos en cacaocultores”, informó Sánchez, afirmando que esto ha sido una gran experiencia y oportunidad para ver hacia otro horizonte.
(El vivero en Las Mercedes tiene una capacidad de 150.000 plantas al año.)
“Las Mercedes ha sido productora de coca, pero esos cultivos ya no son rentables, por eso estamos en el proceso de la sustitución. Esta fue una de las más grandes productoras de cacao, pero el campesino la dejó por los cultivos ilícitos”.
El líder social destacó que las expectativa son grandes, porque con el vivero pueden satisfacer la demanda interna de clones del grano con mejores garantías de precios y de variedades. El vivero tiene una capacidad de 150.000 plantas al año.
Aroma a café
En la zona más alta de Las Mercedes hay varias veredas de tradición cafetera que también decidieron apostarle a un vivero. Geovanny Lizarazo, presidente de la Asociación por la Vida y La Paz (Asopazvi), es quien lidera el proyecto que beneficia a 14 campesinos de San Vicente, La Chapola, San Alejo, entre otros sectores.
Lizarazo manifestó que muchos socios de Asopasvi (son 22) no se vincularon por pensar que no sería viable. Serán distribuidas 25.000 plántulas del grano y 12.500 forestales.
Yamile Andrea Jiménez Escobar es una de las caficulturas beneficiadas de San Vicente, quien es cabeza de hogar. “Fui criada en el café, tenemos cultivos y este proyecto ha sido una grata experiencia. Nada es imposible. Vivo a tres horas y media del pueblo y lo sacamos en mulas, porque es puro camino”, afirmó.
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El corregimiento La Victoria, a 1.506 metros sobre el nivel del mar, también tiene un vivero a donde llegó La Opinión para conocer el trabajo de las 23 familias de la asociación de productores de café Asocafevic.
Jaime Mendoza Gélvez, presidente de Asocafevic, expresó que algunos no creyeron al inicio, ahora están convencidos de que podrán comercializar material vegetal de calidad. “Nuestro propósito es poder estar certificados por el ICA y que esto sea un agronegocio, porque, aparte de producir café y forestales, queremos producir el material vegetal. Además, ver qué más se puede cultivar, pues nuestra tierra es muy próspera”.
Mendoza precisó que, al igual que quienes producen cacao recibieron semillas certificadas por parte de Fedecacao, ellos también fueron provistos de semillas por parte del Comité de Cafeteros de Norte de Santander.
Todos los líderes concordaron en que, si no hay buenas vías, será difícil sacar sus productos, por eso esperan que las autoridades intervengan las carreteras.
Jaime Alonso Fernández, representante regional de la ART, informó que estos proyectos nacieron tras conocer las necesidades de los campesinos. Añadió que el objetivo es seguir fortaleciendo la asociatividad, lo organizacional y lo comercial en los campesinos.
Edgar Figueroa, el coordinador de estas iniciativas por parte de la FAO, resaltó que acompañan los esfuerzos del Gobierno desde hace varios años para sacar adelante los territorios golpeados por el conflicto armado, a través de proyectos productivos sostenibles. Subrayó el apoyo del SENA, Fedecafé y Fedecacao.
Cristian Layton, jefe de la Unidad Técnica de Fedecacao en el departamento, sostuvo que este fruto está pasando por un buen momento, pues su kilo se cotiza en $11.000 en promedio, precio histórico y este está tendiendo importante participación en la sustitución de cultivos ilícitos, puesto que, de la mano de la Unodc, están cambiando 50 hectáreas de coca por 50 de cacao en la región.
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