La última etapa de la Vuelta a España quedó cancelada tras los graves disturbios que se presentaron en el centro de Madrid. La organización tomó la decisión de dar por finalizada la carrera luego de que el recorrido fuera bloqueado en el paseo de la Virgen del Puerto.
Los manifestantes derribaron vallas y ocuparon la calzada, especialmente en las inmediaciones de la línea de meta, obligando a la Policía Nacional a intervenir con cargas para despejar el paso de los ciclistas. Se registraron lanzamientos de objetos contra los agentes en varios puntos del centro de la ciudad.
Los ciclistas, que alcanzaron a entrar al Campo del Moro, fueron recogidos por sus equipos y abandonaron la zona sin completar la jornada. Aún se desconoce si habrá ceremonia de podio.
Los manifestantes movieron vallas y cortaron la Gran Vía, una de las tres patas del circuito final, lo que obligó a modificar el trazado inicialmente. Sin embargo, ante la persistencia de los bloqueos y el enfrentamiento directo con los corredores en el paseo de la Virgen del Puerto, la organización decidió suspender por completo la etapa.
Disturbios y bloqueo total
Las fuerzas de seguridad realizaron cargas contra los manifestantes, que ya habían ocupado varias calles del centro antes de la llegada de los ciclistas. La tensión aumentó cuando los protestantes derribaron las vallas del circuito, provocando escenas de caos que hicieron inviable la continuidad de la carrera.
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