Javier Zapata, el ícono viviente del deporte extremo colombiano, no conoce de límites. A sus 52 años, sigue desafiando el cuerpo, la mente y la gravedad con la misma energía con la que comenzó a forjar su leyenda.
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Este sábado 3 de mayo, se enfrentará a uno de los retos más simbólicos de su carrera: ascender los 36 pisos del Edificio Coltejer en Medellín montado en su inseparable bicicleta GW Vértigo. Pero esta vez no se trata solo de una hazaña física: se trata de un viaje al pasado, al corazón de sus sueños, y un mensaje a las nuevas generaciones.
Porque el Coltejer no es cualquier estructura: fue inaugurado en 1973, el mismo año en que nació Javier. Y fue precisamente este edificio el que, en 1999, lo vio desafiar la gravedad desde el sótano hasta el piso 38, en una gesta que marcaría su vida para siempre. “Ese día entendí que podía vivir profesionalmente del Bike Trial”, recuerda con emoción.
Hoy, 26 años después, Javier regresa con la mirada del hombre que ya no necesita probar nada, pero aún quiere inspirarlo todo. Cada peldaño que suba será una reafirmación de su convicción más profunda: que la edad no limita, sino que empodera; que los sueños no caducan, solo evolucionan; y que la constancia siempre vence al talento, como él mismo sentencia con autoridad.
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La bicicleta que lo acompaña en cada cima
Detrás de cada salto, cada escalón y cada récord de Javier Zapata hay un nombre que ha sido su cómplice silencioso: Bicicletas GW. Con esta marca ha construido una relación que va más allá del patrocinio. Javier lo dice con claridad.
“El respaldo de la marca ha significado mucho para mí en los retos más importantes, porque va más allá del apoyo económico. Es como pertenecer a una gran familia”.
No es casual que gracias a esta alianza se haya desarrollado la GW Vértigo, una bicicleta especializada para Bike Trial, pensada desde la experiencia del mismo Zapata y con una inmejorable relación costo-beneficio. Con ella ha conquistado lugares impensados: desde las escaleras del Coltejer hasta el edificio Jin Mao de Shanghái, donde firmó su quinto Guinness World Record.