Con el paso de los años, cada vez más familias llegaron a los terrenos que alguna vez fueron un centro de esparcimiento, a tal punto que se quedaron sin lugar para construir.
Por varias décadas, los habitantes de la entonces invasión, vivieron en condiciones precarias, pues al no contar con el apoyo de la administración municipal, los únicos avances que tenía La Laguna eran aquellos realizados por la comunidad.
Todo cambió para inicios de siglo, cuando a mediados de 2001, la Alcaldía les otorgó el estatus de barrio y obtuvieron la personería jurídica, hecho significativo para los habitantes.
En menos de un año, servicios públicos como el alcantarillado, la energía eléctrica, el gas y el acueducto se instalaron en las más de 800 viviendas que existen en los terrenos de La Laguna.
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Con la necesidad de construir una institución educativa, en junio de 1980 se creó el colegio Juana Rangel de Cuéllar, ubicado en la calle 19 con avenida 0, donde antes estaba el antiguo salón comunal.
El colegio se convirtió en un patrimonio de La Laguna, en vista de que alberga niños, niñas y adolescentes de ese sector y barrios aledaños como Motilones, Ospina Pérez, Camilo Daza, Comuneros, Las Américas y El Aeropuerto.
Una situación similar ocurrió con la parroquia Santa Margarita de Youville, que fue construida para satisfacer las necesidades religiosas de aquellos habitantes católicos.