Bajo el lema ‘De vuelta al Origen’, comenzó la segunda edición de la Cuna del Café 2025, un evento organizado por la Federación Colombiana de Cafeteros, en colaboración con la Gobernación de Norte de Santander, el Sena y Comfanorte, con el objetivo de destacar la riqueza, tradición e impacto global del café en el departamento.
Este evento, que tiene lugar desde el 28 de febrero y hasta este domingo 2 de marzo en el Ecoparque de Comfanorte, sirve de vitrina comercial para 75 pequeños, medianos y grandes empresarios, que buscan cabida en el mercado internacional.
Y es que por su calidad, el café nortesantandereano ya es reconocido en países como Estados Unidos, Reino Unido, Italia, China, Japón y Corea del Sur; pero además su reciente inclusión como uno de los cafés de origen de la cadena Juan Valdez abre nuevas oportunidades comerciales para los caficultores locales en Colombia y el extranjero.
“Hoy queremos rendir un homenaje al café de Norte de Santander, a todos los que con su esfuerzo lo hacen posible”, dijo Carlos Armando Uribe, representante de la gerencia general de la Federación Nacional de Cafeteros.
Destacó la rueda de negocios que tendrá lugar el día de hoy y que será propicia para que los productores locales le muestren al mundo que el café de esta región no solo tienen el sabor y la calidad, sino también el potencial para ser un motor económico de gran escala”.
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Transformación del parque cafetero
Ricardo Mendoza, director ejecutivo del Comité Departamental de Cafeteros de Norte de Santander, resaltó que esta segunda edición de la Cuna del Café viene motivada por la transformación del parque cafetero en el departamento.
“Hemos recuperado áreas cafeteras de manera significativa. Hoy día el departamento está llegando aproximadamente a las 25.000 hectáreas de café con un poco más de 17.000 productores; en 37 de los 40 municipios que tiene el departamento hay establecido un sistema productivo de café”, destacó Mendoza.
Señaló que esta transformación se ha visto reflejada en el volumen acopiado por el canal institucional, que al cierre de 2024 registró 16 millones de kilos de café pergamino seco, de los cuales entre el 90 y el 92 por ciento fue un café especial, que se pagó a mejor precio.
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Destacó que en general el departamento tiene un total estimado de producción entre 26 y 27 millones de kilos de café pergamino seco, y gran parte de ese volumen es producido como café especial, hecho que permitió justamente desde el año pasado estar en los exclusivo anaqueles de la marca Juan Valdez, tanto en las tiendas nacionales como internacionales.
Mendoza Valero indicó que la transformación de su proceso caficultor le ha permitido a Norte de Santander entrar a un círculo virtuoso, en el que no solo goza de un buen prestigio por la calidad de su producto, reconocido en eventos nacionales e internacionales; sino también le permite beneficiarse con los buenos precios en el mercado.
En medio de esta dinámica destacó que por ejemplo en municipios como Arboledas o Toledo la caficultura movió entre 25.000 y 30.000 millones de pesos el año pasado, “es un recurso muy importante”, dijo el representante del comité departamental de cafeteros.
El café, semilla de esperanza y paz
Durante la inauguración de la segunda edición de la Cuna del Café fue inevitable abordar al Catatumbo desde la óptica de la coyuntura que lo atraviesa actualmente, en medio del recrudecimiento del conflicto.
Al respecto, el representante de la gerencia general de la Federación Nacional de Cafeteros, manifestó en su discurso que Norte de Santander y la región del Catatumbo han sido siempre “el corazón palpitante de una región cafetera que trasciende generaciones”; asimismo, habló del café como “una semilla de esperanza, un faro de paz y prosperidad para esta especial región”.
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“En cada grano que se cosecha, en cada aroma que impregna los rincones del mundo, está la promesa de un futuro mejor y en esta feria la celebramos”, dijo.
Por su parte, Ricardo Mendoza señaló que “la caficultura es una apuesta prometedora para hacer esa sustitución de cultivos ilícitos”, dijo.
Destacó el peso importante que tiene el Catatumbo dentro de la estructura cafetera del departamento, por el número de árboles sembrados, por las familias productoras en el territorio, “de ahí nuestro interés por unir esfuerzos con los diferentes actores para poder llegar allí de manera mucho más efectiva, con mayor impacto, y generar esa transformación”.
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