Jeferson Stiward Ortiz Jaimes se fue a Italia hace cuatro años en busca de un mejor futuro. Vivía en Gallipoli, una localidad de la ciudad de Lecce, donde se ganaba la vida desempeñando oficios varios y construyendo sus sueños lejos de casa.
El pasado 25 de mayo de 2025, Stiward falleció inesperadamente a causa de un infarto. Tenía años sin regresar a Colombia, pero mantenía una relación cercana con su familia, quienes hoy enfrentan no solo el dolor de su pérdida, sino también la angustia de no poder darle el último adiós en su tierra natal.
“Mi hermano era un muchacho muy trabajador. Iba para cuatro años sin venir al país. Trabajaba en lo que le saliera, era buen hijo, buen hermano, buen tío, un buen amigo”, expresó entre lágrimas Jean Carlos Jaimes, su hermano.
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La familia, de escasos recursos, necesita cerca de 40 millones de pesos para repatriar el cuerpo y realizar las exequias en Cúcuta. A pesar de haber acudido a diferentes entidades e instituciones gubernamentales, la respuesta ha sido desalentadora: no hay fondos disponibles.
“Somos una familia cristiana y queremos darle una sepultura digna, como se merece. Lo queremos tener de vuelta en casa”, manifestó Jean Carlos.
Hoy, aferrados a la fe y con la esperanza de recibir apoyo de la comunidad o de las autoridades, los familiares de Stiward Jaimes continúan buscando los recursos necesarios para traerlo de regreso y despedirlo como corresponde.
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