En la comuna 2 de la ciudad, frente a la Clínica Médico Quirúrgica, en lo que antes se conocía como la clínica de Instituto del Seguro Social, se encuentra hoy el barrio Los Acacios, un sector de clase media alta que se distingue por su corta extensión, pero amplia tranquilidad.
Este barrio tiene alrededor de 50 años de haber sido construido y diseñado por el arquitecto y exalcalde de Cúcuta, Álvaro Riascos Fernández de Castro, quien desarrolló el proyecto de viviendas en este sector de la ciudad.
“Las primeras casas que se construyeron fueron las de la calle 7 BN, que se encuentra frente al parque que lleva también el nombre del barrio, y que de a poco se ha venido mejorando con el paso del tiempo”, comentó Gray Santofimio, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC).
El líder comunal destacó a Los Acacios como un barrio de buena ubicación, debido a que cerca de allí funcionan centros especializados en salud a los que suelen acudir con prioridad.
A un lado, se encuentra la avenida Guaimaral, una de las vías más usadas por los habitantes de la ciudad, y un aliado estratégico para los vecinos de Los Acacios; a través de ella, viviendas cercanas y centros comerciales les son de más fácil acceso.
Al contar con solo seis manzanas, es considerado como uno de los más pequeños de la comuna 2.
Dentro de él hay cuatro conjuntos residenciales. También, tienen dos jardines infantiles de gran trayectoria y una escuela primaria, en la que numerosas generaciones de niños y niñas vecinos, así como de otros barrios de la comuna, han recibido su formación en el ámbito académico.
Algunos, al terminar su ciclo escolar de jardín, pasan directo a la escuela, ubicada a solo tres casas de distancia.
La casa en el parque
De acuerdo con la comunidad, el único parque que existe en el barrio ha sido intervenido con mejoras a través de los años, gracias al paso de diferentes administraciones que han destinado para su modernización parte de los altos impuestos estrato 5 tributados por la comunidad.
En la avenida 12E con calle 8N, lo que antes era solo una cancha de tierra, con todos los juegos infantiles destrozados y arrumados en un rincón del lote, ahora ha dado un vuelco en su funcionalidad.
El parque Los Acacios fue equipado con máquinas biosaludables, graderías, zona de juegos infantiles y tres canchas multifuncionales; una de ellas, protegida por una cubierta.
Sin embargo, a un costado del parque, dentro del mismo terreno, se encuentra una casa que ha generado malestar en los vecinos. Aseguran que, con la propiedad allí, no se ha podido intervenir toda el área como se quisiera.
Este motivo mantiene esa zona del parque en un estado de deterioro, sin posibilidad de aplicar mejoras.
“Creemos que la casa se utilizó como modelo de referencia para que los interesados en adquirir las viviendas tuviesen una idea de lo que les iban a entregar, pero ya ha pasado por cuatro titulares y aún sigue ahí”, mencionó Gray Santofimio.
Según la comunidad, a la fecha todavía no hay razón de qué pasará con esta residencia, porque han pasado derechos de petición a las diferentes entidades encargadas del municipio, pero dicen no obtener respuesta clara sobre esta situación que tanta molestia les genera.
“Esperamos que esta alcaldía o a la entidad que le corresponda pueda darnos una solución a este inconveniente, porque se encuentra dentro de un espacio público que es transitado con frecuencia”, agregó el líder comunal.
Planeación de Cúcuta dijo ayer que hoy irá al lugar a verificar las denuncias.
Señalización en la vía principal
La calle principal del barrio es la 8N, una vía de alto flujo que permite la movilidad de los vehículos entre la avenida Los Libertadores, el puente La Gazapa y avenida Guaimaral.
Pero ante la gran cantidad de accidentes de tránsito que se han presentado por las altas velocidades en la que conducen por el lugar, los habitantes piden la señalización de vía.
En algunos casos, han optado por ubicar conos de tráfico en las calles, sin embargo se han convertido en un problema que dificulta el paso vehicular y peatonal.
Poda de árboles
Muchos árboles del barrio tienen alrededor de 50 años, y de acuerdo con los residentes, no han recibido mantenimiento desde hace mucho tiempo. Su frondosidad y altura creció a medida que el barrio también lo hacía.
Hoy, llegaron a tal punto que las ramas y sus copas ocultan el paso de la luz artificial en horas de la noche, generando focos de inseguridad en algunas calles.
La misma situación es denunciada en otros lugares de la comuna, y aunque recientemente se dio a conocer el plan de control de podas para la ciudad, Los Acacios no está incluido, sino su vía principal más próxima: la avenida Guaimaral.
Ante esto, la comunidad pide que los tengan en cuenta. Comentan que algunos parecieran que se van a caer sobre las casas, y desean que se haga un control de mantenimiento para evitar alguna tragedia.
De acuerdo con los habitantes, del barrio han salido varios personajes, pero a uno de los que más destacan es al señor Héctor Miguel Parra López, quien ha sido rector de la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS) durante continuos periodos y residió allí durante varios años.
