Muchas de las ciudades en diversas latitudes son identificadas por alguna obra arquitectónica, un monumento o cualquier otro elemento que siendo relevante se convierte en la imagen por la cual se le reconoce. La ciudad nuestra, la muy noble leal y valerosa carece de esta figura simbólica.
En la historia de las ciudades grandes se han hecho construcciones que, convertidos en emblemas permiten darles identidad para propios y extraños. Así, por ejemplo, la torre Eiffel y la estatua de la libertad son las figuras que permiten reconocer a París y Nueva York. También podríamos mencionar al oso y el madroño en Madrid y el CN Tower de Toronto. Claro que se trata de grandes capitales.
Ninguna de las pocas obras de arquitectura o monumentos en Cúcuta alcanza a tener la suficiente fuerza para representarnos. Ni el monumento de la Victoria en el parque ‘Colón’ ni la estatua ecuestre del libertador en el parque de su nombre, ni el Nazareno o Cristo Rey o la virgen de Fátima en los altos del barrio Cundinamarca.
De tal forma que tendríamos que fijarnos en alguna calle o avenida de la ciudad que cobre importancia, tal como la vía Veneto de Roma que según la reseña alcanzó cierta notoriedad gracias a la película del cineasta italiano Federico Fellini, ‘La doce vita’ recreada en esa calle en los años sesenta del siglo pasado; luego de lo cual se convirtió en sitio de lujosas tiendas, espléndidas cafeterías y magníficos hoteles. Esta calle es sitio obligado para recorrerlo en cualquier visita a la capital italiana.
A propósito de lo que podría identificarnos como ciudad ayer se celebró el día del árbol en Colombia. Nos hemos empeñado en decir que Cúcuta es una de las urbes mejor urbanizadas del país, puesto que aquí están plantadas y se reconocen múltiples especies arbóreas que engalanan y dan sombra a las calles de la ciudad o las solariegas casas que aún sobreviven con espacios para estos plantíos. Que tal vez hemos descuidado y sea esta una oportunidad propicia para volver los ojos a estas plantas, su cuidado y preservación. La Corporación Uniminuto a través de su proyecto Cúcuta Ciudad de los Árboles propende por la observación, registro y divulgación de la gran diversidad de especies vegetales autóctonas y alóctanas de nuestra ciudad y áreas rurales cercanas, las cuales constituyen un patrimonio vivo único y una parte especial del medio ambiente y cultural del trópico.
Soñando con el deseo podría la avenida cero, única y exclusiva en su denominación, debería convertirse también en sitio de referencia para los visitantes a nuestra ciudad, convirtiéndola en una zona de paseo bajo la frondosidad de los árboles y adornadas por obras de arte y acompañados por los vientos que la recorren, para que muestre la cara bonita de la capital nortesantandereana y se le reconozca por ello en el país y fuera de él gracias a un paisaje citadino singular.
Se necesita por tanto que desde la alcaldía se preste atención a este aspecto en armonía con el trabajo de las corporaciones que ya funcionan y llevan un camino recorrido para adornar a Cúcuta y hacerla más fresca y vistosa.
jorgepabonl@yahoo.com
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