
Recuerdo, o mejor, recordamos con nostalgia la mayoría de los habitantes a lo largo de la frontera con nuestra hermana república de Venezuela, esos largos y cortos paseos por sus hermosos paisajes y variedad de clima, degustando la excelente gastronomía.
Esos periplos a Tucacas y Chichiriviche, playas de arena blanca y aguas cristalinas con infinidad de cayos espectaculares que una piscina de aguas quietas las haría envidiar. Los residentesdel área metropolitana de Cúcuta, especialmente, en las noches cruzábamos sin restricción alguna el retén que comunica a Villa del Rosario y San Antonio (Venezuela), a saborear con deleite las tostadas venezolanasy para las épocas decembrinas comprar la juguetería, cristalería y electrodomésticos, especialmente. De la misma manera,cruzábamos permanentemente por la vía de El Escobal, colindante con el municipio Pedro María Ureña, a tanquear de gasolina nuestros vehículos, tomar polarcita antes del retén de la Guardia y mercar comestibles y útiles de aseo.
Que bellezura haber disfrutado a San Pedro del Río, pueblito del estado Táchira al norte de la ciudad de San Cristóbal, típico pueblo colonial con sus calles empedradas y una gastronomía única, de vuelta a nuestra ciudad-Cúcuta- comprar el pan delicioso en Capacho. Y que decir, la ida a almorzar al restaurante Nan King, en San Cristóbal, a escasas una hora 30 m de nuestra ciudad Cúcuta, con su infraestructura asiática y sus platos extremadamente deliciosos, aprovechábamos igualmente la estadía para mercar en sus grandes supermercados.
Pero fuera de serie la ruta para ir a la ciudad de Mérida, en su camino se visita la Venezuela de antier, parque temático que recrea el país en las primeras décadas del siglo XX de la época del dictador Juan Vicente Gómez, su clima que bordea de los 14 a los 25 grados lo hace super agradable y las elevaciones mayores a los 2 mil metros de altura la hacen imponente y su viaje no estaría completo sin un paseo en el teleférico, en ese momento, más largo y alto del mundo, con una extensión de 12.6 kilómetros y una hora de recorrido.
¡HAA! Y casi se me pasa por alto, y hubiese sido un desacierto, aunque se que se quedan en el tintero muchas cosas bellas por reseñar, pero lo limitado del espacio no me lo permiten; primero: la Isla Margarita ubicada en el mar caribe al noreste de Venezuela y forma parte de este país, lindas playas que creemos que todavía se conservan y hoteles de primera categoría, lo dudo que se conserven, era un destino turístico inolvidable y segundo Caracas ciudad capital, que resumo en unas frases de la canción del Binomio de Oro “Yo me quedé complacido igual que mi grupo amado, recorriendo los caminos, ay del pueblo venezolano”
Ese paraíso lo dilapidó esta dictadura, ahora asusta asomarse solo a la Parada o Escobal por su cercanía con la temible guardia venezolana muy similar a lo que en una época fueron las fuerzas de seguridad de México, sin control alguno, con libertad para el rebusque.
La fuerza desplegada por EE. UU. en aguas del caribe le está dando la oportunidad al señor Maduro a que busque refugio en otro país; desde que se vaya no importa que le vaya bien, pero que su reemplazo recupere ese paraíso perdido.
Dios nos libre que Colombia siga el ejemplo.
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