La revocatoria del mandato es un derecho político, por medio del cual los ciudadanos pueden dar por terminado el mandato de un gobernador o a un alcalde, derecho contenido en la Ley 134 de 1994, el cual se puede poner en marcha un año después de iniciado el mandato y cuando no se está cumpliendo el programa de gobierno expuesto en campaña. 

Un grupo de ciudadanos está dado a la tarea de sacar al alcalde Jairo Yáñez de su cargo por cuenta de la mencionada ley. El proceso por ahora va en la fase de certificación de las firmas por parte de la Registraduría Nacional. Los promotores de la revocatoria presentaron 120.000 firmas de las cuales deben ser certificadas un poco más de 33.000. Si esto ocurre iremos a un proceso revocatorio para lo cual exige la ley que el número de sufragios supere el 40% de los votos válidos de la elección. 

Los organizadores y miembros del comité que está empeñado en revocar el mandato del ingeniero Yáñez están convencidos de alcanzar su objetivo. Si bien el alcalde no goza por ahora de un alto nivel de popularidad entre los cucuteños y luego de los tropiezos al inicio de su gestión ha intentado corregir el rumbo de la administración. Su equipo de gobierno inicial se dispersó y hubo poca receptividad por parte del mandatario de los mensajes enviados desde diferentes frentes que intentaban ayudarle en su gestión. 

Le ha faltado al alcalde mayor talante y ha carecido de las fortalezas que muestran los alcaldes exitosos que tienen contacto con la gente, se hacen visibles y toman decisiones que benefician a la comunidad; eso se lo han criticado y tal vez haya dado un cambio de rumbo en las fechas más recientes. No le han bastado las buenas intenciones y la pulcritud en el manejo de los dineros públicos, lo cual obviamente es un excelente logro habida cuenta de la corrupción que ha campeado en los pasillos del palacio municipal en fechas pretéritas. 

En poco tiempo sabremos sobre la validez de las firmas, si así ocurre, habrá una jornada electoral revocatoria y si esta prospera tendremos que elegir a un nuevo alcalde. Desde cuando entró en vigencia la ley, la Registraduría Nacional ha gestionado 109 revocatorias de las cuales solo una ha tenido éxito, ocurrió en Tasco, Boyacá, el año 2018 y el afectado fue Nelson Javier García, para aquel entonces mandatario de ese municipio. 

Los promotores de las revocatorias en su mayoría han sido quienes perdieron la elección y buscan a través de este mecanismo acceder al poder. Parece llamativo que quienes promueven esta acción en nuestra ciudad -con auspiciadores supuestamente ocultos y contando con la participación de quienes se encargan de adular desde la galería a quienes han plantado su pecho por la causa- nos digan que no están persiguiendo llegar al primer cargo administrativo de la ciudad y que por tanto no tienen candidato en el supuesto de una nueva elección de alcalde. ¿Entonces cuál es la motivación? ¿Solo altruismo y amor por la ciudad? No es creíble esa versión. Para que todo sea trasparente deberían también divulgar sin tapujos cuáles son sus verdaderas intenciones.  

Está en marcha este proceso, le faltan pasos importantes y pronto sabremos la suerte del actual alcalde quien de llegar a salir airoso tendrá que servirle para hacer los correctivos necesarios por su bien y el de la ciudad.