El enemigo del éxito es el conformismo y la mediocridad. G.K. Chesterton.
Todos los aspirantes al Honorable Concejo Municipal de Cúcuta, deberían comprar el libro del médico José de Ingenieros: “El hombre mediocre”, para entender cómo se debe ubicar en la corporación si es elegido, inverosímil pero hace falta uno que otro con esas limitaciones para frenar a los idealistas, que son los que deben liderar. Porque de la lectura del mismo, lo que si queda claro, es que para escoger la Junta Directiva de la Corporación, esos aspirantes a liderar deben tener una o dos gotas de idealismo.
Les contaba en la columna anterior, como las más importantes decisiones tomadas por esa Corporación Municipal, en estos 19 años del nuevo milenio, muchas de ellas fuera de ser absurdas son nulas, de toda nulidad y sobreviven solo por la presunción que son legales.
Nadie ha demandado esos acuerdos ilegales y la obligación oficiosa de los controles es rayana en el prevaricato por acción o por omisión con una suerte loca, pues nadie los denuncia. El asunto es gravísimo, puesto que la selección de esa directiva del Concejo Municipal, se volvió un medio de cambio partidista o de grupos de opinión de la representación en la corporación, si un medio de pago de los apoyos y coaliciones.
Por ejemplo, el último periodo será de color, azul, o naranja para la presidencia, o rojo o verde para la vicepresidencia u ocre o amarillo para la segunda vicepresidencia, sin necesidad de contar con la calidad de los escogidos.
Y sucede que a veces ni los partidos, ni los grupos de opinión tienen un concejal de esas calidades de liderazgo e idealismo del que habla José de Ingenieros, que lidere la corporación con conocimientos suficientes o que sepa escoger sus asesores, sino un pobre hombre que escasamente capta votos, lee y escribe.
Les decía en mi columna anterior que con los estudiantes de la ESAP y ejercicios del taller de Kelsen estudiamos muchos acuerdos municipales de los años 2005 al 2011 y ellos me hicieron el reclamo; “No Profe, lo hicimos hasta el 2018”, y repasamos.
La observación sigue válida y se verifica la mediocridad. Conforme al libro de José de Ingenieros, hay que escoger Presidentes idealistas de la Corporación, con ciertas calidades elementales, para que lideren que los acuerdos se aprueben sin violar la Constitución y la ley.
En el último periodo del cuatrenio de Ramírez Lobo, el Presidente del Concejo olvidó que las facultades para contratar y firmar convenios deben ser precisas y como lo evitaron, le abrieron la compuerta al alcalde, hasta para comprar buñuelos, pues en el sartal de varios acuerdos nunca especificó el Concejo para qué se otorgaban las autorizaciones. No era idealista el líder, como recomienda José Ingenieros, era de los otros. Adenda: Estamos ad portas de una elección de Concejales. No elijamos concejales mediocres, valoremos a tiempo la calidad de los candidatos, seleccionemos los que tengan conocimiento y probidad antes que votos.
