Esa fue la respuesta que escuchó uno de los constructores de Cúcuta de parte de la ministra de vivienda, la doctora Catalina Velasco, a la salida del club de Comercio el pasado 16 de marzo en la que hablaba sobre el trámite para el nuevo otorgamiento de los subsidios de vivienda en “Mi casa ya”. El asunto no es de poca monta, en esa reunión, CAMACOL informó que solo en nuestra región, 4500 viviendas están a la espera de subsidios, y a enero en todo el país son más de 40 mil. De otro lado, la demora en la entrega de los subsidios en febrero hubo una caída del 64% en ventas de viviendas VIS en todo el país. La cadena de afectados es grande: inicialmente las familias que necesitan su vivienda ya, los bancos que otorgaron préstamos y cuya financiación está en suspenso, algunos constructores ya han paralizado sus proyectos, los obreros que ya no trabajan, aumentando el desempleo y la zozobra de la inminente recesión mundial. Mejor dicho, las cosas no van bien, todo lo contrario, van mal, y peor con ese ranking de esta semana en el que Colombia es el 7 país en el mundo en donde más han subido los precios de los alimentos. El primero es Turquía.
El tema de las dificultades para la obtención de los subsidios para la vivienda en Colombia cada día se escala a más, los nuevos trámites y reglamentaciones que exige este gobierno comienzan a exasperar a la gente, tales como el sisben que a llevado a que algunos compradores presenten tutelas como en Pereira con resultados favorables en los que se les reconoció el derecho de lo que se denomina la buena fe y la confianza legítima, tienen razón, cuando alguien comienza un trámite de un subsidio con unas reglas de juego determinadas, en el camino no está bien que les cambien los requisitos y condiciones.
Eso es lo que está sucediendo y por ello la gente tiene razón, y como si no fuera suficiente con lo que ya sucede en el país, ya se anuncian plantones en Bogotá y Cali. La ministra ha manifestado que a partir del 15 de abril saldrán 5.000 cupos de subsidios, dejando a muchos frustrados en cuanto solo 1 de cada 8 recibirán el subsidio, y peor aún, a hoy no se conoce la resolución que permitirá establecer de este “ nuevo baloto” en el gobierno del cambio.
Para todo el año, según la ministra, solo habrán 50,000 cupos presupuestados, y dado que a enero del 2023, 40,000 familias están esperando, los nuevos aspirantes a subsidios en el 2023 con entregas programadas este año verán frustrados sus sueños, sin dejar de lado una posible quiebra de constructores, como citó el ex vicepresidente Germán Vargas, recientemente en su columna dominical.
Este es un momento en el que en el país las cosas no van por buen camino. El presidente le ha apuntado a grandes temas, a la Paz Total, al sometimiento de las bandas criminales, a salvar el Amazonas, a reformas profundas y estructurales en salud, política, laboral y ninguna avanza por buen camino por lo menos hasta ahora; todo ello mientras la cotidianidad del día a día de la gente no la ve el gobierno, la inseguridad es alarmante, la inflación y el desempleo juvenil no ceden, y si a ello se le suma este nuevo detonante, los subsidios de vivienda, está mostrando un país que se le está saliendo peligrosamente de las manos al gobierno. En Colombia se está presentando un hecho político inédito, y es que hasta el Fiscal General de la Nación se está convirtiendo, diciendo muchas cosas ciertas, como si fuera el jefe de la oposición. Esa no es la tarea del fiscal, pero muchas de sus críticas son válidas. Mejor dicho, por ahora, ni para estar tan tranquilos.