La guerra en Ucrania cada día genera más preocupación mundial por la baja expectativa de una solución cercana. Esta semana cuando los medios de comunicación se referían a la huida de Rusia del campo de batalla, Vladimir Putin anunció la movilización parcial de civiles para la guerra para lo cual llamó a filas a 300.000 reservistas.

La amenaza nuclear y la movilización anunciada por el mandatario ruso provocaron un éxodo sin precedentes de ciudadanos de Rusia para huir del riesgo de ir a la guerra. Según Putin una tercera parte de los reservistas convocados ya respondieron positivamente. China reaccionó a la decisión de Putin y pide a las partes implicadas en el conflicto ucraniano que vuelvan al diálogo.

Este conflicto armado sigue generando gravísimos daños a la economía mundial. Tal como estaba anunciado, el miércoles de esta semana el Banco Central de Estados Unidos (FED) subió por tercera vez consecutiva la tasa de interés en 75 puntos básicos hasta 3.25%, el mayor nivel desde 2008, antes de estallar la crisis financiera.  
De acuerdo a la advertencia de la FED, esta acción obedece a su decisión de bajar la inflación hasta su meta original en un duro proceso, que “no vendrá sin dolor”.

La hoja de ruta, de la mayor economía del mundo, para los próximos meses la dio a conocer esta semana Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (FED), luego de marcar un nuevo precedente para el control de la disparada de precios de ese país.

Con base en las proyecciones dadas a conocer esta semana, se puede ver que la tasa de interés podría cerrar este año entre 4.25 y 5.5%, para luego bajar de forma lenta al 2.9% en 2025. 
Para algunos analistas la inflación subyacente caerá más rápido de lo que ´piensa el organismo que está tomando estas acciones, inclusive el mercado. Y con estas acciones se está abriendo la puerta a la recesión, obstaculizando un aterrizaje suave.

Se esperaba que los bancos centrales de Inglaterra y Japón, entre otros, tomarían decisiones políticas similares para controlar la inflación. El Banco Central Europeo (BCE), tomó la decisión hace dos semanas de subir su indicador en 75 puntos básicos, la mayor alza en su historia.  

Y en un mundo globalizado cada día los efectos son más generalizados, por esto en Colombia  la inflación    sigue subiendo, en especial en productos y servicios importados.  Y el Banco de la República está atento a modificar la tasa de referencia, que actualmente es del 9%  para tratar de controlar la subida de precios. 
Los analistas consideran que la tasa pude terminar el año en 10%.

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