Preocupan enormemente los datos que se han dado a conocer por parte de Migración Colombia, en el sentido de que el número de colombianos que han abandonado el país para establecerse en el exterior, ha crecido 2,7 veces con respecto a las cifras de 2012. Algo está pasando que debe generar preocupación.
¿Será que se están fugando nuestros cerebros por falta de oportunidades? Grave cosa sería, pues hacemos grandes esfuerzos para potenciar el capital humano, y nos encontramos con la triste realidad de que les estamos entregando esa oportunidad a otros países, que no han hecho ninguna inversión en esa formación, para que de inmediato entren a aportar a sus sistemas productivos.
¿Será la falta de oportunidad para continuar los ciclos de formación? También es posible que esto se presente, y entonces hay que pensar en cómo reforzar la oferta de programas académicos, de fácil acceso para los aspirantes a complementar su educación.
¿O será que se está perdiendo la fe en el país, y es necesario buscar otras oportunidades que brinden estabilidad para elementos fundamentales como la seguridad ciudadana o las condiciones para la inversión económica?
Muchas otras preguntas pueden surgir alrededor de este irregular comportamiento, desde luego un empleo bien remunerado puede ser también un gran atractivo, lo que hace necesario y urgente entrar a hacer la investigación respectiva, para que se puedan documentar las causas reales y la magnitud de cada una de ellas.
Si no es así, no será posible diseñar los correctivos que se requieren para poder estar en capacidad de rectificar. Por ahora sabemos que el año anterior de fueron del país definitivamente 547.000 colombianos, y que el 58% eran jóvenes hasta los cuarenta años, lo que de inmediato nos lleva a pensar en que perder a la juventud, es perder también capacidades para enfrentar el futuro y para poder producir en debida forma el relevo generacional.
Los países desarrollados, se encuentran frente a escenarios preocupantes de disminución de la población, y la misma China, el país más poblado del mundo, ya encendió las alarmas, pues en el último estimativo encontraron que tienen un millón de personas menos. Esta situación hace que sea necesario atraer jóvenes de otros países, situación que se ve ya reflejada en las redes sociales cuando muchas naciones están ofreciendo oportunidades para que personas con cierto nivel de capacitación emigren a sus territorios para poder apalancar los sistemas productivos.
Si no cuidamos nuestro capital humano capacitado, como también aquel que ha generado posibilidades de inversión, estaremos frente a una gran afectación que seguramente pasará una cuenta de cobro muy costosa para el futuro del país.