A pesar de las tantas, tan variadas y dolorosas épocas de violencia e ignominia, este pedazo de continente, rodeado por dos inmensos mares y riquísimo en recursos naturales pero manejado arbitrariamente por un pequeño grupo de insensatos, egoístas e insaciables dirigentes, no pareciera tener un digno futuro ni un deseable y duradero entendimiento entre hermanos de suelo, de entorno y de horizonte.
Entregar tan olímpicamente el manejo de la salud a los buitres rapaces de la economía y desentenderse durante ya casi tres décadas, es no solo propio de mandos egoístas e irresponsables. Es la muestra fehaciente de administradores insensibles que solo buscan su beneficio propio.Porque así hayan cacareado desde un principio que lo que buscaban era un cubrimiento total en salud, no ha sido así. A punta de estadísticas amañadas y de anunciados en el sentido de investigar y castigar, es el momento en que ni cubrimiento ni responsables.
Los ingentes recursos que reciben los manejadores del negocio, porque sí que lo es, incluyendo los cotizantes y lo que aporta el gobierno mismo, van a parar a los desfondados bolsillos de insaciables depredadores e insensibles fieras de la economía. Sí , de grupos económicos que quitan y ponen presidentes y legisladores a su antojo.
Por supuesto que van de la mano de un aparato judicial convertido en su caja menor y en el comodín de sus amañados intereses. Se ha convertido en la cenicienta casquisuelta de los tres poderes.
Un país que decidió ponerle precio a la mal llamada democracia, es un país vendido; vendido al que más tenga recursos ; no para invertir en mejorar las lamentables condiciones de millones de compatriotas; la democracia, de por sí degenerada desde que comenzó, es una plutocracia definida por el que más compre y por el que más reparta las ridículas y baratas canonjías a la hora de montarse en el poder.
Los debates y discusiones abiertas en escenarios académicos o de periodismo serio se han convertido en piezas de museo; los que se ausentan están aceptando que no les interesa debatir o que simplemente ya tienen acomodada la elección. No tienen ni ideas ni programas serios, solo plata.
Un país en manos de estos depredadores de la economía y asesinos de la democracia es un país inviable.