La semana pasada se realizaron en Cúcuta varios actos que tuvieron como finalidad el estudio de asuntos de la región relevantes en su historia, o reconocidos como posibilidades de interés colectivo. En la Universidad Libre, en la Universidad Francisco de Paula Santander, en la Escuela Superior de Administración Pública y en la Biblioteca Julio Pérez Ferrero, se cumplieron foros o encuentros con variadas temáticas. Las exposiciones de profesionales de diversos saberes surtieron los debates y concretaron finalidades, a partir de las cuales se asumirán acciones más decisivas. Pero uno de los eventos programados con mayor proyección fue el foro La Infra estructura Multimodal Sostenible, Ferrocarriles de Norte de Santander. Lo organizó la fundación Conexión Región y durante doce horas tuvo cumplimiento en el Club Tennis.
Aunque el foro de Conexión Región no alcanzó la receptividad esperada de parte de los diversos sectores de la comunidad regional, las intervenciones de dirigentes colombianos y venezolanos y un argentino, aportaron lo suficiente sobre lo que debe ser el proyecto del ferrocarril de Norte Santander. Es esta una iniciativa que puede considerarse utopía, pero todo lo expuesto sobre su viabilidad, la consideran posible. Desde luego, se requiere la participación activa de los nortesantandereanos, los cuales están llamados a tener conocimiento claro de cuanto representa el restablecimiento del transporte férreo para este territorio, con extensión a Venezuela.
La construcción del ferrocarril sería un salto excepcional. Superaría el entramado de atraso impuesto por la visión cortoplacista incorporada a la rutina de una dirigencia conformista.
Es necesario tomar en cuenta las condiciones de precariedad económica y social predominantes en Norte Santander y ese desvío no se corrige con la reedición de lo que ha representado estancamiento o frustración. Son de tal magnitud las soluciones pendientes que quienes tienen responsabilidades públicas no pueden adormecerse en la siesta de la pausa o del olvido.
Los proyectos llamados a generar una nueva dinámica económica y social en Norte Santander no admiten más aplazamiento, pero es indispensable promover el mejor aprovechamiento de los recursos con que puede contar la región.
El inventario de los problemas que tanto afectan la existencia de los nortesantandereanos es un tejido de abismales puntadas. El conflicto armado con su multiplicidad de atrocidades, los cultivos ilícitos con índices de abundancia, la recurrencia de la corrupción, la tolerancia a las acciones depredadoras del medio ambiente, la indolencia frente a la desigualdad, configuran una carga demasiado abrumadora. La erradicación de esos males no se logra sino creando fuentes de bienestar general. Por eso la paz como prioridad, pero esta llega solamente mediante el reconocimiento de derechos y sacando a la sociedad de las ataduras de la miseria.
Asumir la iniciativa del ferrocarril es dar un paso decisivo en el sentido de probar la capacidad de los ciudadanos en la construcción de su propio destino.
El ejercicio de estudiar en común los asuntos regionales deja buenos réditos. Hay que reconocerle a la arquitecta María Teresa Vela, presidenta de la Fundación Conexión Región todo cuanto ha hecho para poner en marcha un proyecto llamado a colocar a Norte Santander en una dimensión de superación funcional.
Puntada
Los 50 años de la Universidad Libre en Cúcuta es un hecho positivo para la región y merece una celebración de reconocimiento a cuanto ha sido su aporte a la educación superior. La doctora Débora Guerra es la representante del alma máter.
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