Hay personas cuya muerte nos sorprende y no deja un hondo vacío. Son aquellas con las que hemos compartido propósitos y anhelos, con las que nos une el amor por la tierra y el respeto por su historia, con las que sentimos tristeza por la pérdida de los valores humanos. Esto ocurre con Mario Villamizar que desapareció de manera inesperada porque no sabíamos que padecía una grave enfermedad.
Mario prestó valiosos servicios al país y al Departamento Norte de Santander ya fuera como alto funcionario público o empresario privado.
Además, como estudioso de la Historia, hizo interesantes aportes al conocimiento de nuestros héroes y de los hechos más destacados de la patria.
En su desempeño como economista son de destacar sus serios estudios de consultoría con importantes entidades de nivel nacional e internacional, particularmente los referentes a la realidad económica y social de la frontera colombo - venezolana.
En su paso por el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) como Gerente Regional para Norte de Santander y como Sub Director Nacional, siempre tuvo un marcado interés por hacer aportes a su región.
Los pamploneses recuerdan con afecto su interés por restaurar la Casa de las Cajas Reales, monumento colonial de invaluable valor histórico que desde entonces sirve de sede a las actividades del SENA.
Una de sus actividades culturales predilectas era la de miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, en la que adelantó permanentes investigaciones y publicaciones sobre diversos temas relevantes, en varios de los cuales hizo honor a Chinácota, cuna de sus ancestros.
Antes de morir, la Cámara de Comercio de Cúcuta le hizo un especial reconocimiento por la publicación de su último libro “Antonio Nariño, Polifacético”, solemne acto que se celebró en el Club Tennis de Cúcuta presidido por doña Rocío Romero Soto, Presidente de la Junta Directiva de la Cámara.
Es conmovedor saber que, seguramente conociendo él su grave estado de salud, hizo todo el esfuerzo para que la entrega de este libro se hiciera de manera urgente antes de un desenlace final. Se puede afirmar que éste fue un acto heroico.
Quiero expresar en esta breve nota mi más sentida condolencia a todos los familiares del doctor Mario Villamizar Suárez, que sentirán un gran dolor por su fallecimiento, pero que guardarán con gran afecto y orgullo su recuerdo edificante. Igualmente, a la Academia de Historia de Norte de Santander de la que era su actual vicepresidente, y a la que siempre quiso presidir para dedicar todo su esfuerzo en engrandecerla y hacerla ocupar el sitio que se merece en el panorama nacional como heredera del General Francisco de Paula Santander, fundador de la República. Dios tenga en su gloria a nuestro eminente compatriota.
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