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Las nuevas maneras de ganarse la vida
Ahora mis hijas, que están a punto de entrar en la adolescencia, me salen con el cuento de que un amigo del colegio quiere ser una cosa que llaman “influencer” o “youtuber”, lo cual me asustó mucho en un principio.
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Viernes, 1 de Octubre de 2021

Creo que definitivamente me estoy poniendo viejo. 

Cuando era niño y aprendí a tocar la guitarra me sentí inmediatamente identificado con el rock and roll, así que fregué y fregué hasta que mi papá me compró una guitarra eléctrica para formar un “grupo de rock” con mis compañeros del colegio. Me encontraba fascinado con los grandes artistas del momento, Led Zeppelin, Queen, Van Halen, entre otros, y por supuesto ya me imaginaba en los escenarios arropado con la fama de mis éxitos.  Así que, embobado por todo eso, durante mi último año de bachillerato le comenté a mi papá que me gustaría estudiar en el conservatorio de música. De manera muy gentil me tomó por el hombro y me dijo: “mire mijo, esa vena artística viene por parte de su mamá, no del lado mío, y está bien como una actividad complementaria, pero para ser alguien en la vida debe estudiar una carrera clásica, como derecho, ingeniería, medicina, odontología, etc.” Esa era la idea de los años 70 y seguramente no estaba equivocado, porque el rock se veía muy ligado a estilos de vida poco saludables, dados 
por consumo de drogas y vidas desordenadas.

El asunto es que ahora mis hijas, que están a punto de entrar en la adolescencia, me salen con el cuento de que un amigo del colegio quiere ser una cosa que llaman “influencer” o “youtuber”, lo cual me asustó mucho en un principio, pues pensé que podría ser contagioso, pero pude respirar tranquilo cuando en el almuerzo empezaron a discutir a cuál universidad les gustaría ir, una decía que a estudiar medicina en Barranquilla y la otra ingeniería robótica en Pamplona.  De manera que pude dormir tranquilo, o eso supuse yo, pues en la noche ya en calma le dije a mi esposa: ¿será que estamos equivocados?, ¿acaso las profesiones están cambiando y nos encontramos desactualizados?, la verdad no lo sé.

El consejo que me dio mi padre parece estarse extinguiendo, basta con ver el nuevo estilo de vida, cada día aparece una nueva aplicación en las redes sociales, llámese Facebook, Twitter, Instagram, y otras más que desconozco, y según me han contado, entre más seguidores se tiene más plata le pagan a uno, y para tener seguidores solo basta con contar sus propias tragedias (abusos, maltratos, infidelidades) o las de los demás. El hecho es que cada día veo más jóvenes dedicados a esto, tal vez porque trae dinero, pero igualmente parecen llevar una vida desordenada y poco discreta, ya que, entre más escandaloso pinten su origen, más seguidores tendrán.    

Es probable que algunas personas piensen que meterse en una casa a mostrar sus encantos frente a una cámara web sea “dinero fácil”, pero, si el principal objetivo de una sociedad es solo hacer dinero, la solución a la mayoría de sus problemas parece estar lejos. El estudio o el trabajo duro forjan el carácter, la ética, la personalidad y, sobre todo, la dignidad, algo que se va transmitiendo de generación en generación.

Por supuesto que me estoy poniendo viejo, pero no me vengan con el cuento de que esas son profesiones, si acaso serán oficios modernos que se alimentan de sus propias miserias y en ocasiones de las ajenas, lo que no tiene nada que ver con la integridad y las buenas costumbres que representan a los ciudadanos.

La verdad sigo siendo fiel al consejo de mi padre y espero que mis herederas se dediquen a una profesión tradicional o de las nuevas, pero que no tengan que ventilar sus desventuras para ganarse la vida.

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