Antes presumíamos, enseñándole a los muchachos de las escuelas de Derecho y Administración pública, que nuestra Constitución Política era la más moderna, participativa e igualitaria del planeta. Que era imposible la concentración de los poderes públicos en una sola persona y así parecía ser hasta el primer decenio. Con el Acto Legislativo 02 de 2004 empezó el desorden y el desequilibrio por perpetuarse en el poder y se intervino e influyó  en las demás instituciones del Estado.  El Acto Legislativo No. 02 de 2015 corrigió el error de la reelección, a costa de la instauración de un caudillismo y comenzó el desvanecimiento de la Democracia.  

Pero queda vivo el espíritu del Constituyente, afirmando que la democracia  se hace y crece desde la base y dijo que solo por referendo o por una constituyente podría revivirse el tema.  Sí,  la democracia es desde el pueblo. Pero hay que abonarla, podarla y desyerbarla con todos los cuidados.

Una forma de abonar la democracia, es el buen ejercicio funcional de los Concejos Municipales, que son los primeros escenarios de la democracia representativa local. Representa nuestros derechos e intereses, para lograr un buen gobierno, una buena gestión pública municipal, un buen desarrollo humano, una garantía de nuestros derechos, una buena protección  y conservación y usos sostenibles de los recursos naturales en la jurisdicción local. En oros términos en los Concejos Municipales no se puede chambonear.

No tienen por qué sentirse cuando les decimos que corrijan sus malos comportamientos, gravemente repetidos, no sabemos si con intención o por simple incuria. Pero es que el 90 % de la desinstitucionalización del municipio de Cúcuta, parte de sus horrorosas decisiones.  

Son muchas cosas elementales, como son los servicios públicos de acueducto y alcantarillado, que se “desinstitucionalizaron” con sus Acuerdos  municipales aprobados, o prorrogados a sabiendas de su nulidad. 

O el servicio del aseo, que se vende, se cambia o se permuta desde el año 2000 y que se contrató sin autorizaciones precisas y pro tempore como manda la ley y siguen  guardando silencio cómplice por 20 años. O acuerdos que autorizan reestructurar y reconocer deudas multimillonarias prescritas. 

O que toman decisiones con un facilismo prevaricante, encargando funcionarios que no lo son, contra la ley y contra toda evidencia, como en el caso del Personero. Imperdonable si los directivos son abogados.

Gran parte del detrimento patrimonial que hoy nos pasa por los ojos con una frivolidad impresionante, se sustenta en los Acuerdos Municipales de los últimos tiempos. Por ejemplo, ¿cuánto valdrá el último detrimento patrimonial? Es que ayer nada más, comenzaron a sacar de la administración a unos 75 funcionarios, entre ellos un copartidario conservador, que me pide ayuda. Habrá masacre laboral. 

Les aplican una convocatoria viciada de nulidad, con la aquiescencia de la CNSC, que partió del Acuerdo 01 de 2016, al que los concejales no le hicieron seguimiento, como no le hacen  a ningún otro, de los acuerdos que aprueban. 

El malhadado Acuerdo 01 del 16 otorgó facultades para definir la estructura de la Administración Municipal hasta el 29 de junio del mismo año.

Increíble:  la  Estructura Municipal solo  la definieron con el decreto 0118  de febrero 2017, nulo por ser expedido ocho meses después de vencidas las autorizaciones del Acuerdo 01/16. ¿Única razón?  El poder, es para poder.  ¿Cuánto vale el detrimento patrimonial? Multipliquen 1 X 75. Nosotros pagamos.

En plena pandemia y violando los decretos de Emergencia laboral, que agrava el detrimento patrimonial, comenzó esta purga inhumana, que le quita el trabajo y el pan a 75 hogares cucuteños.

Ahí va la denuncia señor procurador Regional y gerente de la Contraloría General de la República, ahora el control es concomitante y previsible.