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Hombre culto: proyecto transformador
La Universidad, en la construcción del Hombre Culto, decidió realizar una investigación y esto encontró
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Sábado, 19 de Noviembre de 2022

La Universidad Simón Bolívar, con el propósito de edificar al estudiante en su formación y a la comunidad educativa en general, basada en los lineamientos del macroproyecto de gestión curricular institucional y de todos sus documentos conceptuales y epistemológicos, desde el 2018 ha venido desarrollando la estrategia de construcción de un “Hombre Culto”, introduciendo y contextualizado en su campo de conocimiento las perspectivas que debe tener un ser humano en las áreas de ciudadanía, humanística, ambiental, social y cultural. Igualmente, los idilios generales que caracterizan los saberes de las distintas disciplinas y profesiones de cada área de formación, para el desarrollo y el contexto institucional, indispensables en la transformación integral de cada estudiante y por obvias razones, del ciudadano.

La Universidad, en la construcción del Hombre Culto, decidió realizar una investigación y encontró que, desde el siglo XVI, a quienes se dedicaban al estudio y a su vez cultivaban las letras, se les empezó a llamar “humanistas”, palabra que designaba a las personas cultas por excelencia. Es por eso que hablar de un hombre culto nos conduce a hablar, no solo de la condición humana, sino también la pedagogía y la cultura. Estos elementos deben llevar a un pensamiento crítico, a una sociedad más justa, equitativa y de gran impacto a la comunidad que se transforma en una relación de aprendizaje y práctica.

Junto con el entonces vicerrector de la sede Cúcuta, el doctor Carlos Corredor Pereira (q.e.p.d), colega y amigo que lamentablemente hoy ya no nos acompaña físicamente, nos hicimos una pregunta rectora: ¿Qué nos hace diferentes y qué podemos aportar a la sociedad del Norte de Santander? Desde allí iniciamos un sondeo con herramientas investigativas que han llevado a varios resultados importantes. Lastimosamente la pandemia detuvo el trabajo de campo e investigación cualitativa y de inmersión social con las comunidades, pero permitió la preparación de un documento que creo, saldrá próximamente por medio del sello editorial de la Universidad Simón Bolívar.

Este 2022 ha sido fructífero para tan importante iniciativa. Entre las tantas actividades en su fase de ajustes y divulgación y aplicación de este pudimos compartir dicha experiencia en la sede principal de nuestra alma mater en Barranquilla, con un auditorio lleno y con las directivas interesadas en la metodología de investigación del mismo.

Luego, viajé a Washington junto con la Cancillería y la Embajada, en el marco de la conmemoración de los 200 años de relaciones entre Estados Unidos y Colombia y, como embajador de nuestro país y de la Unisimón, pude contar que en Colombia se está trabajando incansablemente por la posibilidad de cambiar paradigmas.

Entre los muchos eventos, fui consultor e invitado por la Unesco, en Uruguay, para hablar de estos retos y desafíos. Solo en estas últimas semanas, participé en encuentros de todo nivel, con el apoyo de la Embajada de Japón (JICA) y la Vicepresidencia de la República y asistí a un foro de derechos humanos de la Institución Educativa Jaime Garzón, un colegio muy importante de la capital nortesantandereana.

También tuve el honor de estar en el evento internacional de una de las universidades locales, la Fundación de Estudios Superiores Comfanorte (FESC), denominado Proyectando; hice parte de la nómina de panelistas internacionales del Congreso Internacional de Seguridad Humana de la Escuela Superior de Guerra en Bogotá; en el primer foro internacional de la Universidad de Santander (UDES) de Cúcuta; en varios conversatorios de diferentes espacios académicos y educativos y por supuesto, en el debate constructivo de cada una de las aulas de clase en la sede Cúcuta de la Universidad Simón Bolívar.

Es para mí motivo de orgullo, en primer lugar, desde este trabajo, rendir homenaje a Carlos Corredor Pereira, con quien construimos la idea. En segundo lugar, seguir posicionando la Universidad Simón Bolívar como referente en investigación, internacionalización y humanización de la formación de futuros profesionales y, en tercer lugar, ante todo, aportarle a nuestra sociedad signos visibles y medibles de cambio.

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