No resistí la tentación e hice el ejercicio y le pregunté a la inteligencia artificial ¿Cuáles son las principales inversiones que en material cultural necesita Cúcuta? Y en otro chat pregunté por Norte de Santander.
Digo, lo hice porque a pesar de que se viene insistiendo en los mismos temas desde hace décadas hay siempre un oído sordo en la Asamblea, los consejos, las alcaldías y gobernaciones y quizás quieran oír otras voces. Aunque ambas respuestas conservaron ciertas similitudes, obviamente la infraestructura cultural, la formación artística, el fomento a la lectura, el apoyo a los artistas locales, entre otras sugerencias, brillan como prioritarios. Qué curioso, esa inteligencia la tiene clara.
Norte de Santander y cito: “cuenta con una gran cantidad de monumentos y sitios históricos que requieren de mantenimiento y restauración para preservar su valor cultural y atraer turistas”. Hay otras perlas: “Es importante invertir en la promoción del turismo cultural en Norte de Santander, mediante la creación de rutas turísticas que destaquen los aspectos culturales y patrimoniales de la región”, o esta: “Es importante que estas inversiones se realicen de manera planificada y sostenible, involucrando a la comunidad y a diferentes actores culturales”.
Si la inteligencia artificial lo sabe, o cree hacernos pensar que lo sabe, puede ser una retórica acomodada, el juntar las expresiones de los algoritmos y esas cosas que dicen funcionan en ella; si es evidente que el sector lo aclama, que los medios lo han evidenciado, ¡hasta Gpt lo sabe!, ¿por qué es tan ignorado para quienes llegan a las administraciones públicas? Si no les creen a los llamados que desde hace décadas se vienen haciendo, espero que al menos si al Gpt.
Me dice el chat que hay que fortalecer a los museos, crear nuevos, restaurar los sitios históricos, promover la producción cultural, es más, advierte: “Invertir en la educación cultural es fundamental para formar ciudadanos conscientes de la importancia del patrimonio y la cultura”. Al lado de las respuestas claras surgen escenarios directos que requieren atención como bibliotecas, escuelas de arte, todos con unas enormes falencias, eso también se sabe. Las inversiones cuando ha existido tanta precariedad siempre van a parecer insuficientes.
¿Entonces? Claro, vienen elecciones. Espero que pregunten por cómo alcanzaron sus metas las actuales administraciones en cuanto a cultura, espero que al menos ese acompañamiento a los sectores culturales sea una tabla de medida; anhelo que les exijamos a los que ayudamos a elegir las respuestas frente a lo que no cumplieron.
Es hasta gracioso ver cómo nos quejamos de los males de la ciudad o del departamento, pero ayudamos a elegir a los dignatarios, exigimos y hasta nos atrevemos a sugerir nuevamente el acompañamiento a propuestas políticas que le dan la espalda a lo que más necesita Norte de Santander: inversión en el arte y la cultura. Yo lo he dicho: en esos espacios donde no hay cultura, donde no hay bibliotecas, donde no se accede a la información o a las formas de expresión artística, minan y brotan la violencia, la intolerancia, el desarraigo, todos esos males, que de la mano con las ausencias pululan el territorio. Se ufanan de las chichiguas que invierten en el desarrollo cultural de nuestra región.
El poeta Saúl Gómez me hizo recordar, recientemente, una acción de esas memorables y simbólicas que el asesinado poeta y político Tirso Vélez propuso siendo alcalde de Tibú: ante una ola de violencia en el Catatumbo, dicho sea de paso hace más de 30 años, se opuso al envío de más tropas a la región y sugirió cambiar cada soldado por escuelas y cada bala por lápices.