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Gratuidad y contraprestación
Ello ocurre en medio de la pandemia por Covid-19 que tanto daño ha causado a la salud de muchos colombianos.
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Domingo, 23 de Agosto de 2020

Las ayudas económicas que fueron dispuestas por las autoridades locales, desde la alcaldía y gobernación para los estudiantes de las universidades públicas que funcionan en Cúcuta, esto es,  Francisco de Paula Santander y Unipamplona, contribuirán a disminuir los costos de las matriculas en el segundo semestre de este año 2020. Este beneficio, que es parcial porque no alcanza a cubrir el valor total, podrá extenderse para futuros periodos académicos. 
 
Ello ocurre en medio de la pandemia por Covid-19 que tanto daño ha causado a la salud de muchos colombianos, pero que también ha provocado un detrimento económico general e incrementó el número de desempleados; así que, ese tipo de ayudas son bienvenidas. Sobre todo cuando se venía reclamando por parte del estamento universitario mayores aportes al presupuesto de funcionamiento de estas instituciones y se había planteado también la gratuidad de la educación superior. 
 
Para la fecha aunque las universidades antes citadas sean de carácter público, los estudiantes deben pagar matrículas que pueden ser muy costosas cuando se trata de muchachos que proceden de los estratos más bajos y deben recurrir a préstamos pagaderos a lo largo del semestre o en fecha posterior a la terminación de los estudios, lo cual no deja de ser una pesada carga porque implica el pago de intereses sobre el capital prestado. 
 
Esta es una de las lecciones, entre las muchas de orden social y económico que, nos ha dejado la pandemia, los estudiantes de bajos recursos tienen dificultades para cubrir el costo de las matrículas en la universidad oficial y mucho más cuando se trata de instituciones privadas. Por ello mismo se debería considerar con mucha seriedad y rigor la gratuidad de la educación superior impartida en las universidades públicas. Se podría iniciar por las carreras que se consideren prioritarias en la actualidad y las cuales está necesitando el país en este momento. Esto conduciría a que serían mayores los esfuerzos que deben hacer los aspirantes para lograr un cupo, por mismo la selección debería tener algún puntaje adicional para quienes proceden de los estratos I a III para que no se frustre su aspiración en medio de la competencia con  otros estudiantes que aplican en mejores condiciones por haber contado con mayores recursos durante la educación media. 
 
Esto a su vez debería también tener una retribución a manera de contraprestación por el provecho obtenido gracias a la gratuidad, lo cual podría hacerse por medio de una especia de servicio social al terminar la carrera, en todas los programas, tal como se hace actualmente con los médicos en su año rural obligatorio. 
  
Esta es una propuesta que necesita tener eco entre los parlamentarios para presentarla a las sesiones del congreso y lograr una ley en este sentido con la asignación de presupuestos ajustados para el funcionamiento de las universidades públicas que no tendrían el aporte de las matrículas. Esta iniciativa podrá contribuir de manera importante para que muchos jóvenes ingresen a la universidad y se capaciten, lo cual ayudará a jalonar el desarrollo del país en muchos campos que hoy requiere profesionales con el conocimiento a este nivel de formación. 

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