Oriana y Fernando se conocieron en Caracas mientras estudiaban en la Universidad Central de Venezuela. Ella estudió Artes Visuales y él Historia. Están en Cúcuta desde hace unos días preparando los últimos detalles de lo que será su viaje a Buenos Aires, un viaje que iba a realizarse hace tres años. Sin embargo, en ese entonces prefirieron suspenderlo porque Oriana quedó embarazada. Y a mediados del año pasado el plan de viajar volvió a tomar forma con Julieta a bordo.
La familia de Oriana inicialmente estaba compuesta por su mamá, su papá y sus dos hermanos menores. Hace unos años sus padres disolvieron su matrimonio y él se estableció en las Islas Canarias, en España. En ese momento, uno de sus hermanos ya se había ido a vivir a Barcelona. Su otro hermano menor hoy vive en Caracas con su mamá. La familia de Fernando está compuesta por su mamá, su papá y sus tres hermanos. Sus padres y su hermano mayor están viviendo en el sur de Estados Unidos y sus otros dos hermanos viven en Caracas.
Fernando tiene treinta años y es una persona tranquila que no parece verse alterado por la vida que se avecina. Sus gestos y sus ademanes son una muestra evidente de quienes asumen la vida con aplomo y serenidad. Oriana cumple hoy veintiocho años y su vitalidad le permite entrar con facilidad a las conversaciones, soltar frases y chistes que generan cercanía. Julieta es una niña con pelo corto y alma de exploradora, su vida no se agota en la contemplación sino en la infatigable energía de quien juega a ser feliz.
La historia de los padres de Fernando resume muy bien lo que son las familias de la frontera, pues crecieron en Colombia y después vivieron en la Caracas de los años ochenta y comienzos de los noventa. En algún momento de esos decidieron regresar a Cúcuta buscando los lugares de la infancia. Su mamá ejerció de modista y su papá de ebanista, sin embargo, las cosas no funcionaron como ellos esperaban, así que a finales de los noventa decidieron que era momento de volver por segunda vez a Caracas. Allí las cosas salieron bien al comienzo, luego vinieron dificultades.
La madre de Oriana y su hermano menor se percataron de que buena parte de las personas de su entorno familiar se fueron o están en el proceso de salir del país. Por eso, es probable que pronto hagan lo mismo, pues parte de su círculo íntimo está en otros lugares.
Les pregunto por qué van hacia Buenos Aires y no otro lugar. Dicen que fue un tema difícil, que se habló en algún momento y en el que ambos llegaron al acuerdo que sus campos profesionales tendrían allí un contexto apropiado para desarrollarse. Además, allá están viviendo algunos familiares de Oriana que serán un apoyo valioso en los primeros meses de adaptación y nuevas perspectivas de vida. Les pregunto por Colombia y dicen que lo pensaron, pero Fernando recuerda las dificultades por las que pasaron sus padres en los años noventa y eso lo alejó de la idea de establecerse aquí.
Durante los tres años en que se suspendió su viaje nunca pensaron en quedarse si las cosas cambiaban. La decisión ya estaba tomada. Quizás por eso no regresen a Caracas, pues cuando quieran hacerlo, esos familiares cercanos que allí quedaron ya estarán en otro lugar. Fernando, Oriana y Julieta se van con sus sueños intactos y aquí en la frontera también dejan parte de su familia. Bendiciones.