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En manos de líderes enfermos
En los años 50 del siglo pasado, el médico personal del presidente Dwight Eisenhower anotó como simple malestar digestivo un infarto cardíaco.
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Jueves, 21 de Agosto de 2025

Resulta inverosímil que la amenaza nuclear de destrucción de la vida en el planeta del siglo pasado y el inicio del nuevo coincida en las manos de líderes del mundo enfermos.

Esta observación vino a mi magín ayer, que Vladímir Putin, el anciano y enfermo presidente de Rusia, en una llamada telefónica ofreció a Volodímir Zelenski reunirse en Moscú, estando por medio otro anciano enfermo, el presidente Donald Trump y sus dolencias cardiovasculares, quien impuso que sea en Hungría la próxima quincena y sus obsecuentes aliados de la Unión Europea.

Resultan curiosas esas coincidencias, si se hace memoria de que unos cincuenta y un líderes de las potencias nucleares ya fallecidos estaban enfermos por depresión, demencia o alcoholismo en pleno ejercicio del poder.

Hubo casos en los que el deterioro fue preocupante, como sucedió con el ex primer ministro israelí Ariel Sharon, que entró en coma tras sufrir un derrame cerebral estando en el cargo, o Menájem Beguin y Richard Nixon en la crisis del Oriente Medio.

En los años 50 del siglo pasado, el médico personal del presidente Dwight Eisenhower anotó como simple malestar digestivo un infarto cardíaco. En la década de los años 60, todos supimos que el presidente John F. Kennedy afrontó la crisis de los misiles nucleares instalados en la Cuba socialista, siendo víctima de su enfermedad de Addison, consumiendo esteroides anabólicos y anfetaminas que le mitigaran el dolor de espalda.

O el caso del presidente Ronald Reagan, que tras el atentado a balazos en 1981 precipitó sus signos de demencia senil al final de su mandato.

En Francia se mantuvo en secreto el mal estado de salud de François Mitterrand en 1995, no obstante considerar sus médicos la imposibilidad de ejercer sus funciones presidenciales.

Ciertamente el planeta aún anda en la incertidumbre y la desesperanza, cuando subsiste la posibilidad de que un líder enfermo, por sí solo, como en EE. UU., pueda iniciar con su mano un ataque nuclear.

La salud del líder chino Xi Jinping es tema del momento, puesto que en pleno congreso comunista de julio de 2024, al parecer, sufrió un derrame cerebral.

Adenda: el hombre inventó la bomba atómica, pero ningún ratón en el mundo construiría una trampa para ratones. Albert Einstein.


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