Hace unos días, escuché una entrevista hecha al Secretario de Tránsito de Cúcuta, en la cual destacaba el trabajo de sesenta y cinco integrantes de la Policía Nacional en su especialidad Tránsito y Transporte y además mostraba su preocupación por cuanto más del sesenta y cinco por ciento de los conductores que se movilizan en la ciudad, no poseen el certificado de revisión técnico mecánica y de emisiones contaminantes. También, que más del setenta por ciento, no portan el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT).
Es realmente preocupante, que muchos ciudadanos pretendan transitar sin los documentos establecidos en las normas, cuyo valor asciende todos los años, aunque en caso de accidente en el cual se afecte la integridad de un peatón u otro conductor, se verán implicados en costosos procesos judiciales y además, tendrán que hacerse responsables por la atención de los heridos, porque así esté una ambulancia a la vuelta de la esquina y la autoridad descubra que usted no posee seguro obligatorio, se quedará esperando todo el día a que recojan el herido o que un alma caritativa decida colaborarle para trasladarlo a un centro de salud o al hospital.
En cuanto a los que irresponsablemente transitan sin el certificado de revisión técnico mecánica, sus automotores debieran ser inmovilizados sin tener consideración alguna, puesto que es muy probable que se trate de un “homicida fantasma” que trata de burlar u ofrecer dinero a los uniformados, con tal y no se lleven su vehículo a los patios destinados para infractores.
Utilizo premeditadamente el merecido adjetivo, dado que los gases producidos por combustión irregular, son los causantes de dolorosos y costosos tratamientos cancerígenos principalmente en las vías respiratorias y del sistema vascular.
No me parece extraño que el porcentaje de infractores aumente, porque la inexistente cultura ciudadana prefiera entregarle cincuenta mil razones a un miembro de nuestra querida institución, que reparar el vehículo y llevarlo a la revisión, en el entendido que luego de la famosa burla de la internación o registro, debieron realizar el proceso todos los vehículos y anualmente, presentarse largas filas para el proceso, pero no es así, porque sencillamente no se aplica la ley y eso lo saben los infractores.
Por esa razón es que apoyo la llegada del Grupo Élite, toda vez que durante su permanencia cambia favorablemente el comportamiento de los conductores y aquellos que no poseen sus documentos en regla, prefieren no salir porque de seguro son objeto de justas sanciones y la verdad, considero el trabajo que tiene el Secretario, dado que tratando de enderezar la casa, se gana todo tipo de odios y para mitigar la rabia que les produce ser corregidos, acuden a las redes sociales aunque sé que él no presta atención a comentarios que solo destilan rencor.
Concluyo que con sesenta y cinco policías de tránsito es imposible controlar el sesenta y cinco por ciento de irresponsables conductores, los cuales deben ser objeto de sanciones así como se hace en Medellín y otras ciudades, aprovechando las cámaras de las foto