Lo denunció el diario La Opinión el día 12 de abril del presente año, que los conductores de taxis, sin autorización, decidieron, unilateralmente, aumentar la tarifa mínima establecida por decreto en $5.000 cobrándola en $6.000. Esto presionó a los integrantes de la Junta del Área Metropolitana, para que se dictara el Acuerdo Metropolitano # 002 del 02 de junio, autorizando un aumento del 10% en la tarifa mínima, quedando ésta en la suma de $5.500.
El subdirector de transporte público del Área Metropolitana, señor Luis Vidal Pitta, manifestó, haber socializado el aumento de la tarifa con los transportadores, las juntas de acción comunal, ediles y comunidad en general.
Ante la conformidad del gremio de taxistas de aceptar sin regañadientes tan exiguo aumento, según ellos, sentí curiosidad al respecto, y me di a la tarea de analizar con meticulosidad el mencionado Acuerdo, encontrándome con las siguientes perlas:
Es cierto que la carrera mínima en los primero 100 puntos aumentó en $500.
Pero, antes el recorrido de la mínima era de 39-100 puntos, ahora quedó en 54-100 puntos, lo que representa una disminución de 520 metros en la distancia de la mínima, al pasar de 3.050 metros a 2.530, donde empieza a correr el taxímetro aceleradamente.
El banderazo o arranque de la carrera, pasó de $1.950 a $2.950 encareciendo el valor de las carreras largas e intermedias.
El punto ahora aumentó el precio de $50 a $55, de la misma forma encareciendo el valor de las carreras largas e intermedias.
Antes la espera por segundos ante un trancón, era de 55, ahora es de 35, corriendo más rápido los puntos por segundo
En conclusión, el aumento real de la carrera mínima, intermedia y larga no fue del 10% como no lo quisieron vender las autoridades del Área Metropolitana, sino de un 40% aproximadamente. Ahí está la razón por la cual los conductores de taxis desistieron del plantón que habían anunciado con respecto al congelamiento de tarifas desde la administración de César Rojas.
No se entiende, porqué el Área Metropolitana no le explicó a la ciudadanía el impacto que tendría este Acuerdo para los bolsillos de los usuarios y menos aún, que los dirigentes comunales hubiesen aceptado tal acuerdo sin chistar nada, como lo manifestó su subdirector de transporte.
No cuestiono este aumento para los taxistas, solo el ocultamiento de las autoridades para con sus ciudadanos, pidiéndoles a los conductores, que se atengan a lo autorizado y no abusen de las tarifas, no cobren lo que no está reglado como lo hacen con el recargo de $4.000 a los moteles y la venta de cupos en los paraderos donde no están autorizados.
Y al calibrador, exigido por el AMC como autorizado, que no aproveche la urgencia de los conductores para actualizar sus taxímetros, especulando con los precios al aumentar odiosamente el valor del servicio de $8.000 a $20.000
Por último, termino con la definición de una de las acepciones, de embuchado: “Asunto o negocio revestido de una apariencia engañosa para ocultar algo de más gravedad e importancia que se quiere hacer pasar inadvertido”.