Recientemente se publicó el informe del Índice de Competitividad de Ciudades, realizado por el Consejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario. Me sorprendió que este informe pasara un tanto desapercibido en la ciudad y en su área metropolitana, a pesar de su relevancia. Esta información resulta valiosa no solo para los tomadores de decisiones en el sector público, sino también para otros actores del territorio, ya que sirve como insumo para evaluar el progreso alcanzado y ajustar estrategias y acciones que fortalezcan determinados pilares e indicadores.
El informe define la competitividad como la capacidad de una ciudad o región para ofrecer un entorno favorable al desarrollo económico, la inversión y la innovación, contribuyendo así al bienestar de sus habitantes. Esta definición subraya la competitividad como un medio esencial para el crecimiento económico. El análisis se estructura en cuatro factores: condiciones habilitantes, eficiencia de los mercados, capital humano y ecosistema innovador, cada uno de ellos con pilares específicos que, en total, suman 13, medidos mediante 98 indicadores.
Cúcuta y su área metropolitana desempeñan un papel fundamental en la dinámica económica regional, aportando un 64,14% al valor agregado departamental. Al revisar los resultados en el ranking de 32 ciudades, se observan tanto avances como retos. Cúcuta AM ocupó el puesto 17, el mismo que en el informe del año anterior, sin registrar un ascenso. En comparación, Yopal, por ejemplo, escaló tres posiciones, alcanzando el lugar 16. En cuanto a los pilares en los que hubo mejoras, se destacan la sofisticación y diversificación (subió 3 puestos), tamaño de mercado (ascendió 2 puestos) e infraestructura y equipamiento (subió 2 puestos). Otros pilares, como mercado laboral y salud, aunque avanzaron una posición, aún se encuentran entre los últimos 10 puestos. Los pilares de instituciones y sistema financiero se mantuvieron constantes.
Por otro lado, algunos pilares permanecieron en posiciones bajas sin mejoras significativas: sostenibilidad ambiental (puesto 31), entorno para los negocios (puesto 23) e innovación (puesto 20). También se observó un descenso en los pilares de adopción de TIC, educación superior y formación para el trabajo.
Es crucial analizar ciertos indicadores en detalle, especialmente aquellos relacionados con condiciones habilitantes, como la actualización catastral, la autonomía fiscal y los indicadores de seguridad (homicidios y extorsiones). También son relevantes la cobertura de gas, la oferta cultural en museos y la penetración de internet de banda ancha fija. Sin embargo, los indicadores más sensibles incluyen la protección de áreas naturales, las emisiones de CO2 de fuentes móviles y la deforestación de hectáreas de bosque.
En términos de capital humano, los indicadores que requieren atención son los controles prenatales, la disponibilidad de médicos generales y especialistas, así como la relación estudiantes-docentes en educación, la cobertura en educación universitaria y técnica, y los resultados en las pruebas Saber Pro.
Dentro del pilar de eficiencia de los mercados, los desafíos incluyen la facilitación de trámites, la concentración en el sector secundario, la inclusión financiera y la tasa de registro empresarial. En el mercado laboral, se destaca la necesidad de abordar la informalidad y el empleo vulnerable. Finalmente, en el ecosistema innovador, un aspecto crítico es la propiedad intelectual, particularmente en modelos de utilidad.
Cúcuta obtuvo posiciones destacadas en algunos indicadores: pruebas Saber 11 en colegios oficiales (puesto 6), cobertura en instituciones de educación superior con acreditación de alta calidad (puesto 4), tamaño del mercado externo (puesto 5), diversificación de mercados de exportación (puesto 1) y diversificación de la canasta exportadora (puesto 9).
Es crucial tomar este informe en serio para construir el futuro cercano, calibrar políticas públicas y considerar esta información como una ventana de oportunidades. Es un llamado a mejorar, pero también a reconocer lo que se ha logrado. Los silencios otorgan; las palabras y acciones orientadas al futuro construyen.
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