Corría el año 1953, cuando un médico investigador nacido en Rusia que trabajaba en USA, llamado Nathaniel Kleitman, y uno de sus estudiantes, Eugene Aserinsky, luego de permanecer varias noches examinando lo que sucedía mientras algunos niños dormían en su laboratorio, lograron apreciar una serie de movimientos en sus ojos que se repetían en ciclos de aproximadamente 90 minutos. Era el descubrimiento del sueño REM, o mejor dicho en castellano, “Movimiento Rápido de los Ojos”. Desde entonces, el estudio de las alteraciones del dormir se volvió una especialidad para los interesados en el tema.

Cuando hablamos de “trastornos del sueño”, lo primero que nos viene a la mente es la dificultad para poder dormir (insomnio), pero este terreno de la medicina abarca mucho más, desde las personas que caminan dormidas, hasta los que se ahogan y no pueden respirar mientras duermen, pero aunque parezca increíble, no se despiertan.

Las alteraciones del dormir pueden comenzar en la infancia, cuando el niño se levanta a caminar dormido por la casa. Pero tranquilos, el sonambulismo generalmente es benigno y tiende a ser hereditario, así que bastará con preguntar cuál de los dos padres era sonámbulo, y allí se encontrará la causa. Otra situación que asusta a los progenitores son los terrores nocturnos, y no es para menos, pues los niños experimentan episodios donde gritan y da la impresión de que se encontraran bajo un gran sufrimiento, pero al otro día no recuerdan nada, sin embargo, para los papás es un episodio trágico por lo espectacular de las escenas. Afortunadamente, casi nunca significa algo malo y se puede controlar con varias recomendaciones para mejorar el sueño.

Dentro de los grandes síndromes que afectan a la persona cuando duerme se encuentra el “Síndrome de piernas inquietas”, una patología, que a diferencia de las demás, no ocurre mientras la persona duerme, sino antes, por lo que el paciente no puede conciliar el sueño, debido a una sensación de intranquilidad en las piernas que le obliga a moverlas para sentir sosiego, y en eso se le va la noche.

Orinarse en la cama es otro problema frecuente cuando somos niños (enuresis nocturna), y también puede heredarse. Lo importante es no culpabilizar al niño, ya que, existen estrategias y algunos medicamentos, que pueden ayudar a calmar la situación, sin traumas ni conflictos.

Una patología relativamente extraña, pero con un componente biológico es la “Narcolepsia”, en ella, las personas caen de un momento a otro en un sueño profundo, es decir, se quedan dormidas y paralizadas luego de experimentar una emoción, como alegrías o risas, todo debido a la alteración de una sustancia llamada orexina/hipocretina, que se encuentra en su cerebro.

Pero la más conocida, luego del insomnio, es la “apnea del sueño”, una condición que llena de pánico a la persona que duerme con el paciente, pues éste, experimenta periodos donde deja de respirar, a veces hasta por un minuto o más, para regresar de la asfixia por un tiempo, hasta la nueva crisis.

Como podemos ver, lo que ocurre durante la noche, generalmente es consecuencia de lo que hacemos en el día, como mantenerse bajo estrés y ansiedad, pero una enfermedad del sueño también puede repercutir en el día, quedándose dormidos en el cine, en un semáforo o una autopista, algo sumamente peligroso.

Es cierto que los especialistas en medicina del sueño no abundan, pero afortunadamente en Colombia, cada día, hay más médicos que se deciden por esta especialidad para ayudar a los pacientes a dormir mejor, pues en ocasiones, no basta tan solo con contar ovejas.