La isla de Creta es la mayor de Grecia y la más poblada, ubicada en el extremo sur del Mar Egeo, en el Mediterráneo . Tiene una extensión de 8.300 kilómetros cuadrados, con 1.040 kilómetros de costa, y una población de 620.000 habitantes.
Su capital, Heraklion, alberga a unos 175.000 habitantes y es el puerto principal de la isla. Existen en ella valiosos monumentos civiles y religiosos que han sobrevivido a las innumerables invasiones que sufrió Creta a lo largo de los siglos debidas a su estratégica ubicación marítima. La capital ha tenido varios nombres durante los diversos períodos de dominación extranjera, entre los cuales uno de los más recientes es Megalo Kastro que significa “poblado grande” en el idioma turco.
El aeropuerto de Heraklion lleva el nombre del gran escritor cretense Nikos Kazantzakis, uno de los intelectuales más valiosos del siglo XX, y los cretenses erigieron, también, un bello museo en su honor en la pequeña población de Myrta, cerca de la capital.
Otras ciudades importantes son Chania, al oeste, y San Nicolás al este, que forman una especie de cinturón costero que cobra cada día una mayor importancia turística, uno de los renglones principales de la economía cretense junto a las uvas pasas y a los productos derivados del aceite de oliva.
Creta fue habitada primitivamente hacia el siglo sexto antes de Cristo. A a la época Neolítica siguió la Edad de Bronce o “Minoica”, como la bautizó el arqueólogo inglés Arthur Evans haciendo alusión al legendario rey Minos, uno de los monarcas que construyó el Palacio de Knosos que constituye uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes de Europa. Esta civilización duró 1.500 años, desde el 2600 hasta el 1100 a. de C., y tuvo su mayor auge entre los siglos 18 y 16 a. de C.
El magnífico Palacio de Knosos está edificado en un área de 22.000 metros cuadrados y constaba de unos 1.500 cuartos. Tiene dos grandes alas, una de las cuales corresponde a las instancias reales propiamente dichas, y la otra a la viviendas y talleres de los trabajadores que cumplían las diversas funciones en la ciudadela.
La civilización Minoica influyó grandemente en las posteriores épocas de Grecia y de Europa y en sus creencias y mitos. Es el caso del Minotauro encerrado en un Laberinto, mito que parece nacido de la enormidad del Palacio de Knosos, que por sus numerosos recintos llegó a considerarse un verdadero laberinto.
Creta sufrió las invasiones de árabes, persas, griegos, romanos, venecianos, bizantinos y otomanos, y por ello tiene influencias de todas esas culturas apreciables en los monumentos que subsisten y en los diversos museos que se han creado para catalogar los innumerables hallazgos de objetos antiguos. Es preciso resaltar el alto nivel de desarrollo de la museología en las diversas instituciones de este género.
Desde comienzos del siglo XX Creta forma para del Estado Griego por decisión de los diputados cretenses, como producto de la revolución de 1905 liderada por Eleftherios Venizelos en busca de la unificación con Grecia. Esta unión se formalizó en 1913 al final de las guerras balcánicas.
La visita a Creta tiene varios aspectos destacables: Su importancia histórica; la belleza de sus costas y ciudades marítimas; la amabilidad de sus habitantes y, sobre todo, los avances en su desarrollo del turismo y de la infraestructura vial que permite conocer la isla con comodidad y seguridad.
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