Son 16 los candidatos a la Alcaldía de Cúcuta, casi todos con trayectoria política y contaditos los que se asoman por primera vez a una contienda electoral. Hay de todo, como en botica. Están, los candidatos, preferiblemente usando las redes sociales para difundir sus propuestas, muy parecidas todas, si se tiene en cuenta que los problemas de la ciudad se perciben, se sienten y se viven en el día a día.
No creemos que algún candidato se le ocurra, por ejemplo, proponer más casas en el aire, para ilusionar a los electores, o que acabará la corrupción como sucedió en el pasado, porque eso ya no caza incautos, los cucuteños, esperamos hayan aprendido la lección y el próximo 29 de octubre tengan la oportunidad de elegir el alcalde que demuestre estar mejor preparado para tan importante cargo.
Haciéndole eco al maestro Cicerón en su pasada columna en este periódico, donde planteó la necesidad de que los candidatos se presentaran en diferentes debates de confrontación ante la opinión pública como una forma de auscultación de sus capacidades reales para ascender al primer cargo municipal.
Las universidades están en la obligación de liderar encuentros con los candidatos para escucharles sus propuestas de gobierno y a su vez, los estudiantes en unos foros muy bien organizados puedan expresar sus inquietudes y reparos a las mismas.
De la igual manera, los empresarios a través de sus asociaciones deben convocar a los candidatos a foros donde se generen unos debates constructivos, que midan el conocimiento de la cosa pública del candidato.
Los sindicatos a través de sus federaciones y confederaciones no pueden quedar al margen de la organización de estos foros, es un imperativo moral que coadyuva a la designación de un buen alcalde para nuestra ciudad.
Y por supuesto, los que no deben quedar por fuera de este planteamiento, la organización de foros con los candidatos a la alcaldía, los medios de comunicación escrita, radial, y televisiva.
Si las fuerzas vivas del municipio no colaboran en esta oportunidad, nos va a llegar a la alcaldía un alcalde inepto, con un precario apoyo electoral debido a la multiplicidad de candidatos que se disputarán el 45% de los electores que normalmente votan en las elecciones.
Bogotá y cinco municipios con el número más alto de ciudadanos, entre los cuales no estamos nosotros, se implementó la segunda vuelta para elecciones de alcalde. Así que, una minoría será la que imponga el alcalde para Cúcuta. Esa debe ser bien fundamentada en el conocimiento del candidato como producto de los debates públicos.