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50 años sin Álvaro Cepeda Samudio
 A Cepeda Samudio lo apodaban el Nene, Maestro y Cabellón.
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Martes, 4 de Octubre de 2022

Como se trata de un personaje muy conocido a nivel nacional en el campo de la literatura, me tomo la licencia de escribir sobre Álvaro Cepeda Samudio, uno de los famosos “discutidores” que Gabriel García Márquez menciona en Cien años de soledad. Ellos son Álvaro, Germán, Alfonso y Gabriel. Es decir, Álvaro Cepeda Samudio, Germán Vargas Cantillo, Alfonso Fuenmayor y Gabriel García Márquez, respectivamente. Junto con Ramón Vinyes i Cluet - el Sabio catalán -, y José Félix Fuenmayor Palacio, padre de Alfonso Fuenmayor. Todos ellos integraron lo más selecto de la intelectualidad costeña en la segunda parte del siglo pasado y terminaron conformando el Grupo de Barranquilla.

 Como no hay espacio para análisis de sus obras nos dedicaremos a aspectos de su vida. Sobre Cepeda Samudio siempre se ha discutido su lugar de nacimiento. Algunos lo ubican en Ciénaga, Magdalena; otros, en Barranquilla. Él nunca lo aclaró, como tampoco sus amigos del célebre Grupo lo afirman con certeza. Sólo Alfonso Fuenmayor, en un prólogo que escribió para la edición de uno de los libros de Cepeda, esgrime un argumento poco convincente para afirmar que es barranquillero: que todos los días pasaba por el frente de su casa, camino al colegio. Isaac Cortizar confirma lo de Ciénaga al afirmar que “... el balcón de su casa daba sobre las vías férreas de la estación, el lugar mismo donde fue acometida la horrenda y criminal masacre de bananeros en huelga”. De todas maneras, siempre encontraremos documentos con su casa natal en Ciénaga, con la placa que dice que el inmueble fue propiedad del general Francisco Labarcés Perea, jefe del radicalismo y que ahí nació Cepeda Samudio. Lo cierto es que nadie ha publicado su registro civil, que tampoco es mucho lo que ayuda.

 La obra de Álvaro Cepeda Samudio es breve, cotizada, circunscrita a círculos especializados y no es muy popular porque nos concentramos en García Márquez. Alfaguara la recogió en un tomo en 2015, con el título “Obra literaria”: Todos estábamos a la espera, La casa grande y Los cuentos de Juana. Claro que, en 1984, con traducción del profesor francés Jacques Gilard y presentación de García Márquez, la editorial Belfond, de París, publicó La Casa Grande, con el título Le maître de la Gabriela. La Gabriela es la casa grande, una finca en la zona bananera donde transcurrieron los hechos de la obra. Además, el extinto Instituto Colombiano de Cultura publicó dos obras más de Cepeda Samudio: En el margen de la ruta, son sus artículos de periodismo juvenil, recopilación y prólogo del profesor francés Jacques Gilard; y una “antología”, que prologó Daniel Samper Pizano. 

 Cepeda se casó con Teresa Manotas Llinás, conocida como Tita de Cepeda. Ella también se dedicó a la literatura y entre 2003 y 2019 publicó una columna de opinión en el diario El Heraldo, que luego recogió en el libro Burbujas de la cultura. Tuvieron dos hijos, con el signo trágico de su padre: Álvaro Pablo (1959 - 1986) y Patricia (1956 - 2013). Patricia era traductora oficial en la Organización de Estados Americanos - OEA -. Padre e hijos fallecieron de cáncer. Tita de Cepeda, hoy, a los 92 años de edad, sigue activa escribiendo.

 A Cepeda Samudio lo apodaban el Nene, Maestro y Cabellón. En el prólogo escrito en 1954 para el libro Todos estábamos a la espera, de El Áncora Editores, dice García Márquez que “…el autor tiene (…) cierto aire de chofer de camión”. Álvaro Cepeda Samudio falleció de cáncer en un hospital en Nueva York, el 12 de octubre de 1972.

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