En Popayán, las masivas movilizaciones ciudadanas contra el Gobierno Nacional terminaron en confrontaciones con la Fuerza Pública.
La alegría de las personas al marchar por las diferentes calles de la capital del Cauca llegó a su final cuando algunos encapuchados, en contra de la voluntad de los mismos marchantes, atacaron a piedra la sede de la alcaldía y dos sedes bancarias.
A raíz de esto, efectivos del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía lanzaron gases lacrimógenos para disolver la manifestación y luego ya se enfrentaron contra los encapuchados.
“Cubrimos la movilización, la cual se desarrolla de manera pacífica, los campesinos, indígenas, estudiantes, comunidad LGTBI protestan pacíficamente desde los cuatros accesos peatonales al parque”, era la narración de un periodista alternativo cuando empezó a ‘llover’ las bombas aturdidoras y los gases lacrimógenos.
Los manifestantes, en estampida, salieron corriendo del lugar por las calles adyacentes, buscando salir del cerco que desplegó la Policía, quienes empezaron a lanzar más gases para controlar el lugar.
“No podemos hacer ‘Facebook Live’, seguro bloquearon la señal del internet”, gritaba una joven mientras buscaba escapar de la Policía con el celular en la mano y encendido. Mientras tanto, los uniformados, en motocicleta, acorralaron a los jóvenes y campesinos. Estos se defendieron como pudieron para después escapar.
Luego ya empezaron a registrarse las primeras personas heridas ya que las papas bombas empezaron a ser lanzadas hacia los policías, quienes buscaron ganar el control de esta área del centro histórico.
“Los vándalos, con el rostro tapado, dañaron más de siete cajeros electrónicos y dos sedes bancarias, así como toda la fachada de la alcaldía, por eso fue necesaria la intervención de la Policía”, explicaron integrantes de esta institución, quienes aún permanecen en este punto del centro de la Ciudad Blanca.
Mientras tanto, líderes sociales denunciaron que la movilización fue saboteada por personas que se colaron ya al final de la actividad, para desdibujar el objetivo de la misma, que fue protestar contra el presidente de la República, Iván Duque Márquez.
Por eso, desde las primeras horas de la mañana las organizaciones sociales, campesinas e indígenas salieron desde diferentes puntos de la ciudad para después reunirse en el sector histórico, donde expusieron su descontento frente a las políticas del actual gobierno. Alrededor de 6.000 personas protestaron hoy en esta zona de país.
“Cansados de la exclusión y del olvido de un presidente que se reúne con los ricos y poderosos, pero no con los ciudadanos pobres del campo y de la ciudad, por eso salimos de lugares apartados como Playa Rica, El Tambo, para sacar a ese señor que es ciego y sordo ante las necesidades de los colombianos”, denunció Mario Urrego, campesino cocalero que se unió al paro nacional.
Tras un par de horas de confrontación, y poco a poco, se fue confirmando el balance de esta nueva jornada de paro en la capital del Cauca, la misma que también enfrenta el desabastecimiento de alimento y combustible.
Así, y de acuerdo con las organizaciones sociales, son quince manifestantes heridos por la intervención del Esmad. También se confirmó que los periodistas Óscar Solarte y Juan Carlos Cabarcas resultaron heridos en las confrontaciones.
“Los colegas fueron valorados en el sitio por brigadistas voluntarios, y a raíz de la gravedad de las lesiones, después fueron trasladados a centros asistenciales. Ambos periodistas, uno de ellos integrante de la fuerza pública; se encuentran estables. Uno de los compañeros es redactor del periódico popular Extra y el otro es de la emisora Radio Policía Nacional 94.1 FM”, confirmaron periodistas de Popayán.