La mayoría de trabajadores colombianos no han oído hablar nunca de algunas de las primas que recibió el secretario general porque no existen en las empresas privadas. Es el caso de la bonificación por servicios prestados, la bonificación de recreación, la prima de gestión, la prima técnica salarial, las vacaciones en retiro y la bonificación especial de recreación.

El caso avanza con rapidez, luego de que la jueza 44 Penal del Circuito de Conocimiento de Bogotá, Sandra Liliana Ortiz, impusiera un ritmo ágil que evitó dilaciones. Con ello, se disipó —al menos por ahora— la amenaza de que el proceso prescribiera antes de octubre de este año.

Uribe es procesado por los presuntos delitos de soborno y fraude procesal, tras una larga disputa judicial iniciada en 2012, cuando denunció al entonces senador Iván Cepeda por supuestamente manipular testimonios de exjefes paramilitares para vincularlo con crímenes cometidos por las AUC. Sin embargo, en febrero de 2018 la Corte Suprema de Justicia no solo desestimó la denuncia, sino que abrió una investigación contra Uribe por presunta manipulación de testigos a su favor.

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En esta etapa del juicio, declararon 95 personas: 38 testigos por parte de la Fiscalía y 57 por la defensa. Algunos testigos inicialmente solicitados no acudieron a la cita judicial por problemas de localización o negativa a presentarse. Entre los más relevantes están Juan Guillermo Monsalve, considerado el testigo clave del caso, y Diego Cadena, abogado del expresidente, quien se acogió a su derecho al silencio.

El papel de Juan Guillermo Monsalve en el proceso judicial

Juan Guillermo Monsalve, exmiembro del grupo ‘Los Rastrojos’ y condenado a 40 años de prisión, fue mayordomo en la hacienda Guacharacas, propiedad de la familia Uribe Vélez. En su testimonio afirmó que tanto Álvaro como Santiago Uribe participaron en la creación del Bloque Metro de las extintas AUC. Además, aseguró que fue presionado para retractarse de esas acusaciones.

Según Monsalve, en 2018, su compañero de celda, Rodrigo Pardo Hasche, lo instó a reunirse con Diego Cadena: “(Hasche) me decía que si yo era paraco, ¿qué hacía apoyando a un guerrillero? Que tenía que apoyar a Uribe”. La reunión se habría producido en la cárcel La Picota, donde Cadena le ofreció inicialmente acogerse a la Jurisdicción Especial para la Paz y luego planteó una revisión de sus condenas. Días después, le pidió firmar una carta en la que se retractara.

“Estimados señores, me dirijo a ustedes para pedirles perdón a ustedes y al país por haber permitido que me convencieran de hablar en contra del senador Álvaro Uribe Vélez y su hermano Santiago, de quienes no tengo reparo alguno”, dice la carta. Pero al final incluyó una advertencia: “Nota aclaratoria: Esta carta la hago bajo presión del abogado Diego Cadena y Enrique Pardo Hasche, alias El Gringo, quienes fueron enviados por el expresidente Álvaro Uribe Vélez”.

El dispositivo oculto y las contradicciones en los testimonios

Para respaldar sus denuncias, Monsalve pidió ayuda a su entonces pareja sentimental, la médica Deyanira Gómez. Según relató en el juicio, él le pidió grabar el encuentro con Cadena y ella accedió: “Juan Guillermo me llamó un día y me dijo que había una situación bastante importante que necesitaba registrar para él quedar con pruebas”. Gómez compró un reloj espía en una tienda en línea y lo hizo llegar a La Picota a través del abogado Héctor Romero.

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Romero, quien confirmó que entregó el dispositivo sin saber su uso, aseguró también que no presenció ofertas ilegales por parte de Cadena, aunque dejó claro que eso no significa que no hayan ocurrido. Ni Cadena ni Hasche ofrecieron su versión en juicio; ambos decidieron guardar silencio, el primero por recomendación legal y el segundo por temor a que sus palabras fueran usadas en su contra.

Otro episodio que será clave en la decisión judicial fue el testimonio de Óscar Monsalve, padre del principal testigo. Afirmó que Iván Cepeda les ofreció dinero en efectivo y asilo político, pero luego se conocieron audios en los que se escucha a quien sería él diciendo que pensaba “dejar en limpio” a Uribe y que “se iba a cagar en Cepeda”. Estas grabaciones derivaron en una denuncia en su contra.

La defensa de Uribe, representada por el abogado Jaime Granados, ha insistido en que Monsalve busca beneficios judiciales. Como prueba presentó una decisión del Juzgado 11 de Ejecución de Penas que negó una rebaja de condena solicitada por Monsalve, argumento que —según la defensa— confirma su interés por conseguir prebendas.

Este 24 de junio iniciarán los alegatos de conclusión. La jueza Sandra Liliana Ortiz tendrá la tarea de analizar decenas de testimonios y determinar si Álvaro Uribe, expresidente de la República, deberá enfrentar una condena o si, por el contrario, será absuelto de los cargos.

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