Hoy, a través de la operación denominada 'Arca de Noé', fue despedido de Colombia el último chimpancé en cautiverio, Yoko. 

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El animal de 40 años fue trasladado a un santuario de primates ubicado en Brasil, un viaje que demorará aproximadamente 18 horas, para que Yoko inicie una nueva vida. 

El primate, apenas siendo un bebé, había sido capturado por traficantes y vendido a un narcotraficante, quien le enseñó a montar en bicicleta y a ver televisión, manteniéndolo en malas condiciones.

No fue sino hasta que su dueño murió, que Yoko pudo ser rescatado por las autoridades, tras haber sido encontrado en un bote de basura y luego de haber pasado por un circo. 

Después de esto, Yoko fue ubicado en el Bioparque Ukumarí en Pereira, donde vivió los últimos años, bajo el cuidado de profesionales, quienes lo cuidaron muy bien y lo integraron a su hábitat natural. 

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Ahora, Yoko estará en el Santuario de Grandes Primates de Sorocaba, que será su nuevo hogar. 

"Con el corazón lleno de emociones, despedimos a Yoko, un ser especial que dejó huella en Ukumarí. Su historia de resiliencia y esperanza nos recordó el valor del cuidado y el amor por la vida. Su legado vivirá en nuestro compromiso por la protección de cada especie. Gracias, Yoko, por cada enseñanza y cada instante compartido", expresó el Bioparque Ukumarí, a través de sus redes sociales. 

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