Un mensaje enviado días antes del asesinato de Esteban Yepes Palacio pudo haber cambiado el rumbo de una tragedia que hoy enluta a una familia en Itagüí, Antioquia. En una conversación a través de WhatsApp, vecinos del barrio Villa Paula advertían que William de Jesús Cadavid, un habitante de calle de 77 años, representaba un riesgo para la comunidad.

“Ese señor está muy agresivo, no se acerquen”. “Este señor pide plata y le ha pegado a muchas mujeres porque no le dan. Es demasiado grosero”, se lee en el chat, compartida entre residentes y líderes del sector. 

La conversación, que ahora hace parte del material de investigación, circuló en un grupo de mensajería donde se describían comportamientos violentos y actitudes amenazantes de William. Según vecinos, en varias ocasiones se le vio portando objetos cortopunzantes y discutiendo con transeúntes sin motivo aparente. Sin embargo, no hubo una denuncia formal ante las autoridades que permitiera una intervención oportuna.

La tarde del lunes 11 de agosto, la advertencia se convirtió en una dolorosa realidad. Esteban, un joven de 19 años, paseaba a su perro por una de las calles principales del barrio cuando fue atacado repentinamente con un arma cortopunzante.

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El hecho, registrado por cámaras de seguridad, dejó a la víctima gravemente herida. Pese a los esfuerzos de paramédicos, el joven falleció minutos después. 

La Policía Metropolitana del Valle de Aburrá informó que, tras recibir la alerta a la línea de emergencias 123, patrullas de vigilancia iniciaron un operativo de búsqueda con apoyo del Ejército Nacional. Las grabaciones de las cámaras y las descripciones aportadas por testigos fueron clave para ubicar a William, quien fue detenido en la misma zona pocas horas después del ataque.

El coronel Gustavo Adolfo Rodríguez Hernández, subcomandante de la institución, detalló que “los visualizadores de las cámaras de seguridad y la información obtenida en terreno permitieron identificar las características físicas del agresor, quien atacó a la víctima mientras esta caminaba en compañía de su canino”.

De acuerdo con fuentes judiciales, William de Jesús Cadavid es un habitante de calle con un historial de comportamientos violentos en la zona, aunque sin registros judiciales previos por homicidio. Las autoridades investigan si estuvo involucrado en otros incidentes menores que nunca fueron denunciados formalmente.

Vecinos señalan que, en los días previos al ataque, el hombre había incrementado sus actitudes agresivas, lanzando insultos y gestos amenazantes contra personas que transitaban por el barrio. Algunos comerciantes incluso aseguran que habían pensado en reportarlo a la Policía, pero temían represalias.

“Si ese chat hubiera sido tomado en serio desde el principio, tal vez Esteban estaría vivo”, expresó uno de los residentes del sector.

La Fiscalía asumió la investigación y busca determinar si existió algún antecedente de amenazas directas contra la víctima o si el ataque fue completamente aleatorio. Entre las pruebas que revisan se encuentra el chat que, semanas atrás, advertía lo que podría ocurrir. 

Mientras avanza el proceso judicial, familiares y amigos de Esteban Yepes exigen justicia y medidas más efectivas para proteger a la comunidad frente a personas potencialmente peligrosas.

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