Después de más de un mes sin noticias sobre su paradero, este domingo 27 de julio se confirmó la liberación del padre Carlos Saúl Jaimes, de la Orden de San Agustín, quien había desaparecido el pasado 17 de junio en Viotá, Cundinamarca.

La noticia fue confirmada por la Provincia Nuestra Señora de Gracia de Colombia, comunidad a la que pertenece el religioso, a través de un comunicado oficial emitido este domingo. “Nuestro hermano, el P. Carlos Saúl Jaimes, ha sido liberado y ya se encuentra sano y salvo junto a su familia”, señala el mensaje difundido por la orden religiosa, en el que también agradecen las oraciones y el acompañamiento solidario recibido durante los días de incertidumbre.

El padre Jaimes fue visto por última vez la mañana del lunes 17 de junio, cuando salió desde una finca conocida como Casacoima, en las afueras de Viotá, presuntamente con destino a una quebrada donde tendría una cita. Más tarde ese mismo día, su vehículo fue encontrado abandonado en una vereda del municipio, con el motor encendido y sin señales de violencia, lo que generó sospechas de un posible secuestro. Sin embargo, ninguna organización se adjudicó el hecho, y las autoridades trataron el caso como un secuestro.

Durante semanas, la información fue limitada, siguiendo las recomendaciones de las autoridades encargadas de la investigación. Desde el inicio, tanto la comunidad agustiniana como la familia del sacerdote hicieron un llamado a evitar especulaciones y respetar el proceso de búsqueda.

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La Orden de San Agustín indicó que el padre Carlos Saúl ahora iniciará un periodo de recuperación emocional y espiritual, tras los difíciles momentos vividos. También solicitaron privacidad y respeto para este proceso.

“Les pedimos que lo acompañen con respeto, comprensión y oración, pues necesita reencontrarse con la paz y el sosiego que le fueron arrebatados”, expresaron en el comunicado.

Hasta el momento, las autoridades no han ofrecido detalles sobre las circunstancias de la desaparición ni sobre el proceso que llevó a su liberación. Tampoco se ha confirmado si hubo algún tipo de negociación o si se trató oficialmente de un secuestro. El caso sigue bajo investigación por parte de las entidades judiciales y de seguridad del Estado.

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