La reciente fuga de Francisco José Allen España, alias W, un reconocido atracador y asesino, registrada el miércoles, de la estación Centro de la Policía, dejó entrever la compleja situación que se desencadena del desmedido hacinamiento que hay en las instalaciones de esa institución.
Actualmente, al menos 797 detenidos en calidad de sindicados, por estar inmersos en diferentes delitos, están recluidos en las estaciones de Policía, lugares que no están aptos para mantener a las personas privadas de la libertad.
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Sin embargo, por la negación del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) para recibir los presos en la cárcel de Cúcuta, por dificultades expuestas por el sindicato, problemas de enfermedades y, ahora, por la pandemia de la COVID-19, las estaciones siguen siendo el recurso de las autoridades para mantener a los detenidos.
Por esto, en algunas estaciones, donde la capacidad máxima es para albergar transitoriamente a 15 personas, actualmente hay 100 detenidos, lo que representa un alto riesgo de intentos de fuga y de alteración del orden entre los capturados, como ya ha sucedido.
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“No es lo mismo la fuerza de 15 personas a la de 100, tratando de dañar un barrote en la celda”, explicó una fuente judicial.
Esto implica que la Policía Metropolitana de Cúcuta redoble esfuerzos para garantizar la seguridad en las estaciones y en los perímetros de estas estructuras, aunque sigan registrándose fugas de estos detenidos.
A pesar de que las autoridades en conjunto con Alcaldía, Gobernación, Defensoría del Pueblo, Personería e Inpec, han tratado de encontrar alguna solución a esta problemática, no se ve una alternativa a corto plazo que garantice evitar los riesgos del hacinamiento en las instalaciones policiales.
Por ahora, el único planteamiento que se ha trazado en las mesas de trabajo es la ampliación de la estructura física del Inpec, para poder recibir a las personas que constantemente son detenidas por las autoridades, sin embargo, esta posible solución no está cerca de hacerse realidad.
Las capturas
La Policía Metropolitana ha detenido en lo corrido de este año a 3.863 personas, en comparación con 2.332 del mismo periodo del año pasado, lo que representa un incremento del 66 por ciento de capturas.
Entre los delitos que más se destacan en estas detenciones está el tráfico de drogas, hurto, homicidio y concierto para delinquir.
Los uniformados que custodian las estaciones tienen que, en muchas ocasiones, prestar sus celulares para que se desarrollen las audiencias virtuales de los detenidos, por lo que se requieren equipos tecnológicos y servicio de internet para contar con estas herramientas.
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Un abogado, de algunos de los detenidos que están en las estaciones, aseguró que estas personas están en malas condiciones, además del hacinamiento y que, en la mayoría de los casos, cuando un preso necesita asistir al médico, no se cumplen con estos traslados.
Fuga mortal
En diciembre de 2020, en la estación del barrio Alfonso López, se registró una fuga que incluyó un hombre muerto, uno recapturado y un policía herido.
El plan de fuga se inició cuando uno de los detenidos les pidió a los policías que lo custodiaban que lo sacaran al baño, porque se sentía enfermo, por lo que cuando uno de los uniformados fue a acceder a la petición, se produjo el ataque.
El patrullero Javier Alberto Moreno Aguirre, quien es el jefe de información del CAI, fue golpeado con un palo en la cara, la cabeza y las piernas. En medio de la agresión, el policía logró sacar su arma de dotación y empezó a disparar para persuadir a los enfurecidos delincuentes.
En la reacción, el uniformado impactó a Ricardo José Bazán Pérez, quien había sido detenido en octubre de 2019, por hurto calificado. Él murió de manera inmediata, mientras que Horman Javier Lobo Duarte y Jhon Pedroza Flórez salieron corriendo de las instalaciones hacia la calle.
El otro custodio al darse cuenta de lo sucedido, salió detrás de Pedroza Flórez y lo logró recapturar.
El único que logró cumplir con lo planeado fue Horman Lobo, un reconocido microtraficante. El resto de presos no pudo hacer nada, porque rápidamente llegaron varias patrullas de la Policía Metropolitana para evitar una fuga masiva.
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