Una grabación hecha con un celular en medio de un concierto de Coldplay, terminó provocando la renuncia de un CEO, un posible divorcio multimillonario y un intenso debate sobre la privacidad en la era digital.
Grace Springer, una joven estadounidense de 28 años, asistió al estadio Gillete para disfrutar de la música, pero su vida se volvió viral por una razón completamente distinta.
Sin buscarlo, captó el momento exacto en el que Andrew Byron, CEO de la empresa de inteligencia artificial Astronomer, y su jefa de recursos humanos, Kirstin Cabot, aparecieron en pantalla durante la “kiss cam”.
Lejos de sonreír, abrazarse o besarse como suele suceder en este tipo de dinámicas, ambos reaccionaron con nerviosismo evidente: Byron se apartó bruscamente y Cabot intentó ocultarse del lente, lo que generó sospechas inmediatas.
El propio Chris Martin, vocalista de la banda, comentó en tono de broma: “O están teniendo una aventura o son muy tímidos”.
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“No gané ni un dolar con el video”: Grace responde a los rumores
Tras alcanzar más de 120 millones de visualizaciones en TikToK y otras redes, se especuló que Springer había obtenido grandes ganancias.
Sin embargo, este lunes 21 de julio, durante una entrevista en el programa británico This Morning, desmintió todo.
“No he ganado dinero ni con el video ni con las visualizaciones. No está monetizando”, aseguró Grace, dejando claro que nunca imaginó el impacto de la publicación.
La joven explicó que simplemente quería grabar recuerdos del show, y que fue después del concierto, revisando el video con amigos, cuando se percató del contenido comprometedor.
“La gente alrededor empezó a murmurar. Lo vimos y dijimos: ‘Sí, esto se ve mal’. Si lo hubiera sabido, quizás me lo habría pensado dos veces”, confesó.
“Si no lo subía yo, alguien más lo haría”
A los pocos días del video viral, Andrew Byron presentó su renuncia como director ejecutivo de Astronomer.
La empresa, que desarrolla software de inteligencia artificial utilizado por compañías como Uber, Ford y LinkedIn, emitió un comunicado en el que subrayó que “los líderes deben dar ejemplo en conducta y responsabilidad”.
La controversia se intensificó cuando se descubrió que tanto Byron como Cabot están casados, aunque no viven con sus respectivas parejas, según registros públicos. TMZ publicó días después un nuevo clip en el que se ve a ambos abrazándose y besándose durante la canción Yellow, antes de que las cámaras del estadio los captaran.
Megan Kerrigan Byron, esposa del exCEO, eliminó su apellido de casada en redes sociales y luego borró sus cuentas. Medios británicos especulan que el escándalo podría costarle a Byron hasta 30 millones de libras en un posible proceso de divorcio, dada su fortuna estimada en 60 millones.
Durante la entrevista, Grace fue cuestionada sobre si volvería a compartir el video si pudiera retroceder el tiempo. “Lamento mucho lo que esto ha causado a la esposa de Andy y su familia. Pero había más de 50 mil personas grabando. Si no lo hubiese subido yo, lo habría hecho alguien más”.
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