El bicicrós nortesantandereano está de plácemes, con la histórica presentación de la pedalista cucuteña Camila De La Hoz Mora, en el Mundial de BMX Racing que se cumple en Copenhague, Dinamarca.
La cucuteña Camila De La Hoz Mora de once años, conquistó martes la medalla de bronce en la categoría de 11 años en la que compitieron 34 corredoras de diferentes países.
De La Hoz libró una dura lucha en las series de clasificación, alcanzando a meterse en la final.
En la gran final, la colombiana fue superada por la australiana Penélope Blackwell, quien se colgó medalla de oro, mientras que la presea de plata fue para la japonesa Chiza Coizumy.
Camila se convierte en la primera mujer cucuteña que compite en un Mundial de BMX y la primera en subir al podio.
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La deportista cumplió su gran sueño de estar en torneo orbital y aunque siempre se enfocó en ir por la de oro, el bronce es como si lo fuera.
“Este Mundial para mí significa mucho. Quiero dejar a Norte de Santander en lo más alto del podio y ser feliz en la pista, representar con orgullo allá al departamento, traer un trofeo”, había manifestado la joven promesa del BMX rojinegro.
La deportista cumplió su gran sueño de estar en torneo orbital y aunque siempre se enfocó en ir por la de oro, el bronce es como si lo fuera.
Sin un escenario óptimo para entrenar, trabajando con las uñas apoyada por sus papás Erika Mora y Jorge De La Hoz, sus patrocinadores principales ha logrado uno de sus grandes anhelos.
Campeona Nacional, campeona suramericana, panamericana y latinoamericana y ahora tercera del mundo en su categoría ya hace historia para Norte de Santander.
Sueño alcanzado
Desde Copenhague, en diálogo con La Opinión, Camila se mostró súper contenta con el resultado aunque hubiera deseado ganar el oro.
La pequeña ciclista destacó que es un gran logro y “sueño cumplido”.
“Me sentí bien en la pista, cómoda, rápida, segura. Antes de cada competencia, de las tres mangas, rotaba, en los octavos, cuartos y semis terminaba, y podía tomar un poquito de hidratación, pues la carrera no daba tiempo para descansar, enseguida tocaba volver al partidor.
En cuanto a las pedalistas contra las que peleó por la medalla de oro, indicó que solo se encontró con la japonesa en dos ocasiones, por lo que llegó a pensar que era la que había que seguir.
“Con la australiana (Penélope Blackwell), no me encontré en ninguna de las series de clasificación, solamente en la final. En cambio con la japonesa (Chiza Coizumy) la tuve como rival en la semifinal y final, eran muy rápidas.
Y para la final escogí correr por el carril porque no quería perder de vista a la de Japón que más o menos llevábamos un metro de distancia y la australiana si nos sacó una buena diferencia. Lo importante para mí era conservar el lugar en el que iba”, afirmó Camila De La Hoz.
Luego de esta experiencia vivida en compañía de su familia cómo avizora el futuro en el deporte de sus pasiones, la bicicrosista rojinegra, manifestó que “Espero volver a quedar W de oro el año que viene y seguir compitiendo en las competencias a nivel nacional (de la federación), concluyó la bicicrosista mundialista.
Los papás de Camila, Erika y Jorge precisaron que el Mundial es una cosa fascinante, y difícil a la vez porque no le podían comunicar nada a su hija.
“Fue súper difícil todo fue muy rápido, de una carrera clasificatoria a la otra, no les dieron tiempo casi de recuperarse. El desafío al que uno se enfrenta es porque no tiene comunicación con ellos”, dijo Erika.
Por su parte, Jorge reseñó: "nosotros estamos muy felices, muy contentos por ese logro de Camila. En Cúcuta le dijimos, preocúpate por llegar a la final, si llegas de octava no importa, ya eres W, y quedó entre las tres mejores del mundo, que es lo más importante”, finalizó.
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