El viaje solo duró dos meses, pues el club decidió rescindir el contrato por fallas en su comportamiento con reiteradas llegadas tardes a los entrenos. Según algunas versiones de la prensa gaucha, el español Iker Munian –capitán del equipo- lo habría expulsado de una práctica.
Tercera etapa como motilón
Tras lo acontecido en Argentina, Peralta retornó a la capital de Norte de Santander donde ha adelantado trabajos de pretemporada con el Cúcuta Deportivo.
Su nuevo ciclo lo reta a ser profesional en un equipo que parece más completo para el segundo semestre del año con buenos creativos como Cristian Álvarez, Matías Pisano y Sebastián Támara.
Peralta tendrá que ganarse un puesto compitiendo con Michell Ramos, Kevin Quejada (en recuperación) y Andrés Carreño.