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Cúcuta Deportivo
Bajo una estela de incredulidad, Cúcuta Deportivo alista un nuevo semestre
Seis semestres consecutivos fallando en el objetivo de ser campeón han mermado la credibilidad de la hinchada rojinegra
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Gustavo Contreras
Gustavo Contreras Sabogal
Domingo, 6 de Julio de 2025

En una semana, Cúcuta Deportivo comenzará su séptimo semestre desde el regreso al profesionalismo a mediados de 2022 después de sufrir su peor crisis histórica al afrontar un proceso de liquidación judicial, ser desafiliado de la Dimayor y la Federación Colombiana de Fútbol y tener suspendido su reconocimiento deportivo ante el Ministerio del Deporte.

Tras retomar su vida deportiva los resultados en la cancha son decepcionantes. El equipo, uno de los más históricos de Colombia, ha sido incapaz de salir del foso de la segunda división, fallando en sus diferentes intentos.


Lea aquí: Tras campeonato de Jaguares en el Torneo I, así quedó el panorama del Cúcuta Deportivo en su carrera por el ascenso en 2025


La credibilidad es mínima para la institución que tiene al polémico y cuestionado José Augusto Cadena como máximo accionista.

¿Encadenados?

Desde la llegada de Cadena, el motilón ha pasado ocho años en segunda (2014, 16, 17, 18, 22, 23, 24 y 25), tan solo tres en primera (2015, 19 y 20) y una temporada y media en penumbras (2021 y 22).

José Augusto Cadena, expresidente del Cúcuta Deportivo.

El dirigente alejó a miles de hinchas que añoran ver a un elenco con un manejo transparente, con hambre de gloria y con firmes ambiciones de representar a la región en el fútbol profesional colombiano.

El panorama de un cambio de propietarios no parece cercano. El pasado diciembre, ante un nuevo pedido  por parte de las autoridades locales y departamentales para que fuera vendido, el club emitió un comunicado afirmando que “no está en venta”, pese al rechazo generalizado por diferentes sectores.


Recuerde: El equipo Cúcuta Deportivo aseguró que no está en venta


La mayor demostración de ello fue en el periodo de crisis cuando Carlos Ferreira –propietario de Alianza FC- quiso hacer una especie de intercambio con Cadena, pero todo terminó en nada,  por incumplimientos del mayor accionista del Cúcuta.

En esa etapa también quedó algo muy claro: la Dimayor y la FCF respaldarán siempre a Cadena, quien lleva casi dos décadas ocupando un lugar en las asambleas tras su pasado en Bucaramanga y Patriotas.

Cúcuta Deportivo, Julián Anaya 2025.

Todos los intentos de aquella época para buscar una venta y un cambio resultaron en vano. Y así continuará hasta que se dé la voluntad de José Augusto, pues es su legítima propiedad en un negocio que ofrece rentabilidad.

Los derechos de televisión, los patrocinios, las transferencias de jugadores y, por último, la taquilla brindan réditos a una sociedad anónima que tomó un respiro en lo administrativo con la firma del nuevo acuerdo de reorganización que se pactó en febrero de 2022, por 14 años,  permitiéndole su regreso al terreno de juego.

¿Cómodos en la B?

Lo acontecido en los seis semestres anteriores –donde se ha fracasado deportivamente- lleva al hincha a preguntarse si es más rentable estar en la B que ascender. Los ejemplos de instituciones tradicionales como Real Cartagena (13 años en segunda) y Deportes Quindío (12 años, con un breve paso por primera de 5 meses) dan nociones de la comodidad que encuentran los equipos en la segunda división.

Por ingresos, un Cúcuta en primera percibiría mucho más de lo que en segunda. Por nombrar, como ejemplo, dos factores: más patrocinios y sobretodo un fuerte ingreso por taquilla, tal como quedó demostrado en los juegos de la Copa 2023 donde el General Santander recibió una gran afluencia de hinchas en los partidos ante Junior (octavos), Medellín (cuartos) y Millonarios (semifinales).

Cúcuta Deportivo y un 2023 de vagas ilusiones

Pero así como se percibiría más, se obligaría a una mayor inversión y he ahí la incredulidad del hincha hacia la dirigencia por los pasos de 2015 (nómina débil y desarmada por incumplimientos), 2019 (plantel competitivo que llegó a cuadrangulares, pero al que se le adeudaba) y 2020 (el año de la debacle).

Lo que viene

Con una estela de duda, en lo deportivo el equipo volverá a la acción el próximo fin de semana en el Torneo II-2025 con la obligación de pelear por ser campeón y/o estar en los primeros dos lugares de la reclasificación, tabla anual en la que es cuarto, superado por Inter (40), Patriotas (44) y Jaguares (51).

Al mando continúa Bernardo Redín, director técnico que acumula 67 partidos con el equipo en dos ciclos. El vallecaucano compitió en tres cuadrangulares y en todos ellos tuvo la oportunidad de clasificarse a la final, sin poder alcanzarla. 

El más reciente chance se frustró, por decirlo, de manera inaudita. El conjunto cucuteño ganaba 2-1 hasta el tiempo de reposición, cuando fue remontado 3-2 por Patriotas en el estadio La Independencia de Tunja.

Cúcuta Deportivo vs. Patriotas, 2025.

“Siempre estoy motivado, o sea, a mí los comentarios o lo que piense la gente de mí o del grupo, no me va a mellar para yo no pelear por lo que se puede pelear. Pienso que en los semestres anteriores nos ha faltado algo. Y después del partido contra Patriotas nos sentamos con la junta directiva, cuerpo técnico, médico y jugadores para saber qué necesitamos, que nos había faltado para conseguir el objetivo”, afirmó el estratega.

A la fecha, la nómina varió con la salida de seis hombres: los atacantes Leider Robledo, Hernán Luna y Germán Triana, el central Richard Rentería, y los laterales Jesús Cano y Joiner Moreno. Y se ha confirmado la llegada de los defensores Luis Payares y Henry Plazas, los volantes Sebastián Támara y Santiago Orozco, y el extremo Jhon Valencia. Se entrenan, además, el volante Juan Pablo Díaz y los atacantes Wilmar Cruz y Jaime Peralta.

Los referentes Mauricio Duarte, Cristian Álvarez y  Matías Pisano comandarán un plantel que continuó con una base definida formada por Juan Ramírez, Julián Anaya, Juan Ceballos y Michell Ramos.

Mauricio Duarte, Cúcuta Deportivo 2025.

La credibilidad es difícil para el hincha, que ha visto una historia cíclica: buena primera fase, cuadrangulares batallados y fallos en los momentos definitivos.

Ahora se presenta una nueva oportunidad y lo único que sirve es ascender.

“Algo nos faltó, nosotros tuvimos muchos inconvenientes el semestre pasado, lesiones, nómina corta… tuvimos que afrontarlo así, yo valoro lo de los muchachos porque con esa nómina tan corta mire hasta donde llegamos. Nos faltó algo, ahora estamos tratando de corregir eso, tener una nómina más amplia, más competitiva y confiemos en Dios que esta vez sea”, dijo Redín, de cara al inicio del semestre.

¿Conflicto en la barra?

Otro de los focos a tener en cuenta durante el semestre entrante será el comportamiento de la barra popular del equipo ubicada –por tradición- en la tribuna sur del viejo Coloso de Lleras.

En el inicio de los cuadrangulares, justo antes del comienzo del compromiso ante Patriotas, una pelea a las afueras del estadio entre mismos hinchas dejó como saldo un barrista muerto.

La división entre esta organización empezó a denotarse en la temporada pasada cuando en diferentes partidos se presentaron choques en la tribuna, que se repitieron en algunos duelos del primer semestre.

Sin entrar a profundidad en las diferentes aristas del problema es evidente un conflicto interno que urge solucionarse por el bien de los asistentes al General Santander.

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